Le diremos te quiero a gente que no queremos.
Llamaremos a esa gente y le diremos te
extraño, quiero verte, te necesito, aunque sea mentira, aunque no tengamos
ganas de ver a esa gente ni extrañemos a esa gente ni, muchísimo menos,
necesitemos de esa gente. Aunque sí, vaya que estamos necesitados. Marcaremos
ese número que siempre contesta y hablaremos con esa gente que siempre contesta
y esa gente vendrá a nuestra casa o nosotros iremos a la suya y mentiremos y
mentiremos y mentiremos hasta que esas mentiras se conviertan en sexo. Cuando
todo haya terminado, cuando todo haya terminado varias veces, daremos un abrazo
y sabremos que al final todo lo que buscábamos era eso, un abrazo, pero pronto,
muy pronto, demasiado pronto, ese
abrazo nos dará asco y será una prisión de la que saldremos con cualquier
excusa. Entonces volveremos a mentir. Y diremos que no, que no acabamos adentro,
pero que por favor tómate la pastilla. Y diremos que sí, que siempre usamos
condón. Y diremos, también, que nos han pasado cosas, que hemos conocido otra
gente, pero que nada ha sido realmente importante. Y nos aprovecharemos de la
gente que nos quiere, que siempre nos ha querido, que ha traicionado a sus parejas
por nosotros: la gente que sería capaz de dejarlo todo en cualquier momento
para ser nuestra por toda la vida. Y usaremos la tristeza de esa gente para
nuestro beneficio, para sentirnos acompañados. Y allí, sólo allí, en ese momento
de vanidad, seremos honestos por unos minutos y diremos que estamos tristes y
que nos sentimos solos y que nos cuesta salir de la cama por las mañanas y que
tomamos pastillas para dormir por las noches y también por las tardes y que
pasamos el día más o menos drogados, con las cortinas corridas, escondiéndonos
del sol hasta que cae la noche y podemos mentirnos de nuevo, decir que sí, que
lo logramos, que sobrevivimos a otro día, que mañana las cosas serán distintas,
que nosotros seremos personas distintas aunque tengamos la boca llena con las
mismas pastillas de la noche anterior y las traguemos con mucha agua y digamos,
de nuevo, otra vez, mañana, mañana sí, mañana voy a levantarme temprano
y voy a hacer ejercicio y voy a ponerme al día en el trabajo y voy a llamar a
mis amigos y si no es mañana será pasado o la próxima semana pero pronto, pronto,
conoceré a alguien que será la luz de la que ahora estoy corriendo. Volveremos
a mentirnos. Volveremos a mentir. Diremos cualquier cosa que quieras escuchar.
Escucharemos. Escucharemos en silencio y sin mucha atención. Escucharemos mientras
pensamos en cualquier otra cosa. Escucharemos sólo con los ojos (¿puedes ver
que están vacíos? ¿puedes distinguir una mirada que tiene detrás a un hombre de
una mirada que no tiene nada detrás?). Escucharemos mientras pensamos nada de lo que me estás diciendo me importa
realmente. Escucharemos para tenderte una trampa. Escucharemos y diremos sí, no, más o menos, no te creo, ya,
increíble, lo siento mucho. Diremos un par de cosas, no muchas, igual nada
será cierto. Sólo escucharemos hasta que llegue nuestro turno de hablar. Tú
dirás algo y nos harás reír y veremos tu sonrisa, y, esto es cierto, tendremos
ganas de querer esa sonrisa, de enamorarnos de esa sonrisa, de que esa sea la
sonrisa que nos acompañe todos los días, esto es algo que intentaremos con
todas nuestras fuerzas, aunque no parezca, aunque todas nuestras fuerzas sean estar
desnudos debajo de una sábana, sin movernos, pensando. Esas son, en serio,
todas nuestras fuerzas. Y diremos podría quedarme aquí, esta podría ser mi
casa, este podría ser mi hogar, podríamos construir algo juntos. Pero al final,
horas o días después, nos iremos o inventaremos cualquier cosa para que te
vayas. Y diremos fue lindo verte. Y
diremos tranquila, todo va a estar bien. Y
diremos la pasé increíble, veámonos
pronto. Y diremos gracias, gracias
por todas esas cosas que me dijiste, en serio. Pero no recordaremos nada.
(SoHo)
6 comentarios:
EXCELENTE!! Profundo!
Muy buena descripción de una sensación muy recurrente.
Saludos.
Siempre tan inquietante
Aaagghh es exactamente así! Y después de todo eso, solo te sientas, estiras las piernas y te desinflas.
"Aunque sí, vaya que estamos necesitados" cómo se hace para no estarlo?
Siempre vamos a necesitar que alguien nos quiera para sentirnos completos?
Me senti muy identificado con absolutamente todo lo que escribiste, ojala esto no sea para siempre..este articulo llego a mi en el momento exacto, hace rato que no pasaba por aqui
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