6.22.2015

Lo que haremos para no estar solos


Le diremos te quiero a gente que no queremos. Llamaremos a esa gente y le diremos te extraño, quiero verte, te necesito, aunque sea mentira, aunque no tengamos ganas de ver a esa gente ni extrañemos a esa gente ni, muchísimo menos, necesitemos de esa gente. Aunque sí, vaya que estamos necesitados. Marcaremos ese número que siempre contesta y hablaremos con esa gente que siempre contesta y esa gente vendrá a nuestra casa o nosotros iremos a la suya y mentiremos y mentiremos y mentiremos hasta que esas mentiras se conviertan en sexo. Cuando todo haya terminado, cuando todo haya terminado varias veces, daremos un abrazo y sabremos que al final todo lo que buscábamos era eso, un abrazo, pero pronto, muy pronto, demasiado pronto, ese abrazo nos dará asco y será una prisión de la que saldremos con cualquier excusa. Entonces volveremos a mentir. Y diremos que no, que no acabamos adentro, pero que por favor tómate la pastilla. Y diremos que sí, que siempre usamos condón. Y diremos, también, que nos han pasado cosas, que hemos conocido otra gente, pero que nada ha sido realmente importante. Y nos aprovecharemos de la gente que nos quiere, que siempre nos ha querido, que ha traicionado a sus parejas por nosotros: la gente que sería capaz de dejarlo todo en cualquier momento para ser nuestra por toda la vida. Y usaremos la tristeza de esa gente para nuestro beneficio, para sentirnos acompañados. Y allí, sólo allí, en ese momento de vanidad, seremos honestos por unos minutos y diremos que estamos tristes y que nos sentimos solos y que nos cuesta salir de la cama por las mañanas y que tomamos pastillas para dormir por las noches y también por las tardes y que pasamos el día más o menos drogados, con las cortinas corridas, escondiéndonos del sol hasta que cae la noche y podemos mentirnos de nuevo, decir que sí, que lo logramos, que sobrevivimos a otro día, que mañana las cosas serán distintas, que nosotros seremos personas distintas aunque tengamos la boca llena con las mismas pastillas de la noche anterior y las traguemos con mucha agua y digamos, de nuevo, otra vez, mañana, mañana sí, mañana voy a levantarme temprano y voy a hacer ejercicio y voy a ponerme al día en el trabajo y voy a llamar a mis amigos y si no es mañana será pasado o la próxima semana pero pronto, pronto, conoceré a alguien que será la luz de la que ahora estoy corriendo. Volveremos a mentirnos. Volveremos a mentir. Diremos cualquier cosa que quieras escuchar. Escucharemos. Escucharemos en silencio y sin mucha atención. Escucharemos mientras pensamos en cualquier otra cosa. Escucharemos sólo con los ojos (¿puedes ver que están vacíos? ¿puedes distinguir una mirada que tiene detrás a un hombre de una mirada que no tiene nada detrás?). Escucharemos mientras pensamos nada de lo que me estás diciendo me importa realmente. Escucharemos para tenderte una trampa. Escucharemos y diremos sí, no, más o menos, no te creo, ya, increíble, lo siento mucho. Diremos un par de cosas, no muchas, igual nada será cierto. Sólo escucharemos hasta que llegue nuestro turno de hablar. Tú dirás algo y nos harás reír y veremos tu sonrisa, y, esto es cierto, tendremos ganas de querer esa sonrisa, de enamorarnos de esa sonrisa, de que esa sea la sonrisa que nos acompañe todos los días, esto es algo que intentaremos con todas nuestras fuerzas, aunque no parezca, aunque todas nuestras fuerzas sean estar desnudos debajo de una sábana, sin movernos, pensando. Esas son, en serio, todas nuestras fuerzas. Y diremos podría quedarme aquí, esta podría ser mi casa, este podría ser mi hogar, podríamos construir algo juntos. Pero al final, horas o días después, nos iremos o inventaremos cualquier cosa para que te vayas. Y diremos fue lindo verte. Y diremos tranquila, todo va a estar bien. Y diremos la pasé increíble, veámonos pronto. Y diremos gracias, gracias por todas esas cosas que me dijiste, en serio. Pero no recordaremos nada. 

(SoHo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

EXCELENTE!! Profundo!

Martha Mera dijo...

Muy buena descripción de una sensación muy recurrente.

Saludos.

Sweet Little Ramona dijo...

Siempre tan inquietante

La Celestina dijo...

Aaagghh es exactamente así! Y después de todo eso, solo te sientas, estiras las piernas y te desinflas.

D dijo...

"Aunque sí, vaya que estamos necesitados" cómo se hace para no estarlo?
Siempre vamos a necesitar que alguien nos quiera para sentirnos completos?

Anónimo dijo...

Me senti muy identificado con absolutamente todo lo que escribiste, ojala esto no sea para siempre..este articulo llego a mi en el momento exacto, hace rato que no pasaba por aqui