El cielo tiene el color de la ceniza. Una nube espesa sigue bajando, primero se queda en las antenas, en el cerro, y luego se reparte entre los techos de las casas, los parabrisas de los autos, los árboles, la calle. Y, claro, también se derrama en la gente. Cae ceniza sobre Guayaquil y yo nunca había visto caer ceniza sobre Guayaquil. Escribo desde la sala de un apartamento en el barrio Los Ceibos, al norte. Por la mañana, al despertar, corría todo el viento del verano y cuando vi el cielo cubierto le di las gracias por ocultar al sol, que en Guayaquil puede ser tan pero tan cruel. El Pescado y yo agarramos nuestras cosas y fuimos caminando al cuarto de ensayo. Todo bien, cero calor, nada de ese sudor que al mezclarse con el polvo de la ciudad se convierte en mugre líquida. Empezamos a tocar a eso de las once de la mañana. Temas nuevos, frescos, canciones que aún no se terminan pero que estarán en nuestro próximo disco. Me gusta crear. De pronto tocas algo que antes no existía y el mundo, todo el mundo, parece un lugar nuevo y distinto. Hoy pulimos un tema muy complicado y, para equilibrar, hicimos una canción de pocos acordes, con ritmo más o menos continuo y cuya letra se reduce a una sola frase que se repite y se repite con diferentes tonos e intensiones. Una canción divertida y acelerada, con algo de Johnny Cash y una cercanía inevitable a Perrosky. Bien. Cuando salimos eran las dos de la tarde y nos encontramos con una lluvia de ceniza, como si alguien, tal vez un gigante, estuviese fumando un cigarrillo y nosotros viviéramos en su cenicero. Si fuese nieve todo sería más increíble y más estético, pero no, es la ceniza del Tungurahua que se te mete en los ojos y en la boca y te hace sentir sucio. Hicimos el camino de vuelta tan rápido como fue posible. Nuestra ropa y los estuches de los instrumentos igual quedaron cubiertos de polvo. Dicen que está cayendo sobre toda la ciudad y salir a caminar es imposible (y eso que en Guayaquil siempre es imposible caminar) porque los autos pasan a tu lado y levantan un rastro que ya mezclado con la calle tiene el color de la tierra. Al parecer, el plan de hoy será el encierro. Formato bastante conveniente para dos personas que quieren terminar un disco.
5 comentarios:
buen final!
Una sola frase que se repite y repite... más que en Cash pensé en The Beatles con su I want you so bad (she's so heavy) del fantástico Abbey Road.
Cool plan, encierro musical.
Leí tu libro "Hablas demasiado" y en general me ha gustado. No sabía que tenías un blog y de casualidad buscando libros de Ray Loriga te encontré.
Si quieres visita mi blog www.lalolacalamidades.blogspot.com
Saludos.
Lola
¿El Comercio volvio a financiar tu blog?
ds,
gracias!
Tiriel,
tu comentario es un honor q nos supera. ya quisiéramos tener algo tan bueno o la mitad de bueno o un cuarto de bueno o simplemente lejanamente emparentado con todo lo bueno q hay en I want you...
lolita,
gracias x tus palabras. me alegra mucho q HD tenga una nueva amiga. ya pasé x tu blog y me gustó el playlist.
A,
hasta q exista el tiempo suficiente para actulizar los contenidos d manera profesional, el blog seguirá siendo indie.
saludes!
Publicar un comentario