7.18.2016

Groupies famosas


Esta canción debería ganar un premio sólo por llamarse como se llama. Groupies famosas. Elegante, universal, sofisticado, clásico: el nombre podría aguantar un disco entero o convertirse en el título de una colección de perfiles biográficos de chicas como Pamela Des Barres, la mamá de todas las groupies. Al comienzo suena como el primer Oasis, tiene un prólogo en clave de britpop-noventero del que Noel Gallagher estaría más que orgulloso, luego viene el argumento épico y genérico y emocionante de una canción que ya hemos escuchado mil veces pero que por fin es nuestra y a la vuelta de dos minutos y medio un desenlace tan antiguo y nuevo como la música misma. Da la impresión de que Jaime Martínez, cantante y guitarrista de Los Animales Lisérgicos, de Cuenca, escribió y dirigió el tema para resumir la parte más inocente y dañada de nuestra educación sentimental. La melodía parece robada de un grupo de niños que juegan en el parque, cogidos de las manos, niños y niñas que luego crecerán y jugarán a tocarse mientras cantan esta letra que juega consigo misma y con nosotros soltando imágenes que podrían ser o no eso que estamos pensando. Hay cicatrices en el fondo del mar, dice, y uno piensas en secretos muy pesados, tan pesados que nunca han podido abandonar el cuerpo que los encierra y que algún día serán la superficie de todas las historias. Groupies famosas en estado de shock, cubiertas de sangre y en ropa interior, dice, y uno no sabe si acaba de entrar en una secta donde todas contra todos o si alguien se está rompiendo la cabeza contra la pared en un concierto o si un policía acaba de descubrir la escena de un crimen fanático-pasional. Groupies famosas en el backstage, cantando borrachas No voy en tren, dice después de un coro la-ra-la-ra-la-ra-lá, y uno se acuerda de esa amiga que estudió –¿quién no?– en Buenos Aires y que cuando está borracha camina como caminaba Charly García antes de quedar por siempre quieto y dice que ella no va en tren, ella va en avión y no necesita a nadie, a nadie alrededor. Groupies famosas buscando el amor, entre cables, canciones y Gibson Les Paul, dice, y uno se da cuenta de que esta es la primera vez que alguien dice algo así aquí, que esta canción introduce a la Les Paul en el rock ecuatoriano y de alguna manera hace que el Ecuador entre en esa liga de países donde la guitarra eléctrica es más fuerte que la espada, donde la guitarra eléctrica no es un instrumento sino un ideal, donde la guitarra eléctrica es la mano que nos aprieta la mano y nos lleva al cielo…entre cables, canciones y Gibson Les Paul. Parece una tontería pero es un logro inmenso, es como si los ovnis que siempre llegan a las grandes ciudades de los grandes países decidieran detenerse en la mitad del mundo, con esto quiero decir que después de una línea tan gruesa el Ecuador se convierte en un lugar donde podría suceder cualquier cosa y eso no es poco y vaya que hacía falta. Parece que no fuera de aquí, me dijo una famosa groupie y yo creo que eso no es malo o no es necesariamente malo y lo más probable es que sea bueno: una canción que logra desprenderse de su barrio y de su patria y confundirse con los ciudadanos del mundo podría llegar lejos y hasta camuflarse en la libertad. Tiene voz de caricatura, me dijo una famosa groupie, y quizá tenga razón, pero yo creo que si Jaime Martínez hubiese tenido la delicadeza de adaptar la distorsión de su voz a la ternura primal del tema esta sería una canción cualquiera y que después de todo lo más bacán es que a ratos suena como la fantasía simple y genuina de un niño que quiere rockear y se imagina que así es el rock porque así debe ser el rock. 

Hace rato que no tenía tantas ganas de bailar.      

1 comentario:

Unknown dijo...

No te mentiré, saqué el nombre de la canción de un apartado que solía tener este blog: http://anecdotariodelrock.blogspot.com/
Ahora reviso y ya no lo encuentro, pero te contaba la historia de las más famosas groupies del rock, Pamela, Pattie, Bebe, Marianne.. imposible no enternecerse con esas historias!
Gracias por la deferencia, seguiremos escribiendo. Un abrazo,
J.