3.11.2010

Silenciador


Nadie sabe lo de nadie. Nadie sabe lo del otro. Casi nadie sabe lo que le pasa, lo que le está pasando, qué es eso que le hace hacer las cosas que hace sin saber por qué. Y sigues. Sigues. Avanzar te da una extraña sensación de seguridad. Sigues porque así la vida también sigue y si la vida sigue, quién sabe, puede que llegue a algún lado, algún día, alguna vez, antes del fin, ojalá. Tenemos la esperanza de saber qué pasó mucho después de que pasó, pero no tenemos ninguna certeza. Las cosas no siempre pasan.

Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne tampoco saben qué pasa, no lo saben exactamente, pero lo intuyen, sospechan y tratan de descubrir el misterio haciendo películas. Lo que buscan no es la respuesta sino el origen de la pregunta. Ni siquiera saben qué es lo que le pasa a Lorna, el personaje principal de su recién llegada al Ecuador Le silence de Lorna. Aparentemente, no le pasa mucho: le pagó a un belga para que se case con ella y así obtener la nacionalidad que luego tratará de venderle a un ruso adinerado, también a través de la unión ante la ley del hombre. Lorna quiere dinero, tampoco mucho, lo suficiente para que ella y Sokol, su novio, puedan montar un bar y tratar de vivir tranquilos. En papel, todo suena bien, sencillo, hasta fácil. Pero Lorna no está sola, trabaja con una especie de “organización” que planea matar a su esposo para que ella pueda casarse nuevamente en el menor tiempo posible. Ah, otra cosa, el esposo de Lorna es un Junkie que ha decidido dejar o tratar de dejar la heroína y necesita de su ayuda, necesita que Lorna lo salve y ella necesita salvarlo porque es lo correcto, porque no todo en la vida es repartirse el botín después del atraco. Empiezan los problemas. Una vez que alguien quiere ayudar a alguien más las cosas se complican. Lo sencillo es herir, curar puede costarle la vida a todos los implicados. Al principio hay un plan que se está cumpliendo según lo planeado. A la mitad Lorna se salta la partitura y actúa de oído, de corazón. Al final, aunque no sepa dónde está, está Lorna.

Los Dardenne hacen películas en cuatro cuadras, con cuatro personajes y quizás también con cuatro sensaciones, cuatro sentimientos, o menos. No se van más allá porque aún no entienden lo que sucede en su barrio, en su país, en sus cabezas. Avanzan de a poco. No es que tengan miedo, por lo menos no lo demuestran. Es como esperar todo un día para dar un paso, sabiendo que al final del año estarás muy, muy lejos. Prueban. Ensayan. Tratan. Recogen aciertos de películas anteriores y los pulen. Huyen de los fracasos del pasado, ponen todo su dinero en los fracasos futuros, como debe ser. Hacen películas que arrancan en la mitad, con un problema que empezó mucho antes de la primera toma, y se van antes del final, justo cuando uno no sabe qué hacer y debe valerse por sí mismo.



3 comentarios:

La complexión viciosa dijo...

Saben que si cuentas historias más o menos reales, estas deben quedar "vivas" inconclusas, como cuando nos encontramos con historias reales ajenas, que nunca serán nuestras del todo, porque evidentemente nunca podremos vivirlas, ni acabarlas. Si acaso participar un poco de ellas. Apetece la peli.

Juan Fernando Andrade dijo...

Complexión,

en efecto, las películas q empiezan a la mitad y terminan antes del final c parecen más a la vida q al cine.

salud

Anónimo dijo...

La novela Hablas demasiado es un libro donde Miguel, el personaje principal, trata de encontrarse a sí mismo por medio de Clara, la música, y tantas cosas que son confusas. No sé a qué llegar si a una “realidad” de cualquier persona, si buscaba el amor y ser feliz, si era un ser común y corriente que no tenía nada que hacer. En el libro pone clásicos, canciones que se “relacionan” con temas que toca el libro, pero no, es como si de las letras de las canciones hubiese hecho algo escrito y puesto en libro o simplemente a partir de estas crear historias, por ejemplo You talk way too much, es decir, ¿acaso por esto que sacó el título de su libro? La canción es sobre alguien que no sabe qué hacer o las decisiones por tomar, tal como Miguel, entonces ¿Juan Fernando toma canciones y las pone en un libro por las historitas que crea a partir de ellas? Es muy confuso responder supongo, pues además parece una novela hecha por experiencias del autor, valga recalcar que Miguel y el autor nacieron en el mismo lugar por eso cómo no pensar que esta novela no es simplemente la vida de él y también parece el lado mediocre de Juan Fernando hecho novela.

Esta novela no es más que de entretenimiento, más aún para los ecuatorianos pues el vocabulario es muy familiar para ellos y es por eso es que muchas personas lo leyeron en menos de un día, no por la buena historia porque hay libros complejos que se leen rápido pero es diferente ya que “hablas demasiado” entonces se quiere saber qué va a seguir pasando después y al final no pasa nada, queda Miguel tirando todo a la basura y trabaja en bar, en cambio otros libros es por otra razón no por el hecho de que sea fácil su lectura.

Este libro tiene un tráiler ¿a qué fin quería llegar? Es decir ¿qué esperaba Juan Fernando, que la gente del cine corra a comprar el libro? Si ese era su meta se equivocó porque un libro no se puede promocionar de esta manera. Para empezar hay que dejar el lector cree los personajes y al ver un tráiler ya no queda más que imaginártelo tal cual lo vemos y le quita la emoción aparte da a entender como si la novela girara entorno Clara y él pero no, entonces las personas que la compraron por ver este tráiler, lo más seguro es que se hayan decepcionado.

Aunque este libro lo leí con mucha facilidad y me entretuvo, no quiere decir que haya sido bueno. Puede ser otro tipo de literatura pero no el de mi gusto. A muchas personas les encantó, hasta a personas que no le gustaba la lectura, entonces algo bueno si debe tener el libro pero yo no puedo encontrarlo.