Lo que importa es que este box set incluye cuatro libros de poesía completos, además de versos y relatos escogidos – the best of – de otros cuatro libros, todos escritos entre 1989 y 2010. Lo que importa es que las líneas de Pedro Gil tienen filo y pueden cortar, cortarte, si no te agarran bien parado. Un tipo que aprovecha un poema para preguntarle a su madre si lo hizo con ganas, si disfrutó del sexo que lo trajo al mundo, merece nuestro respeto.
Pedro Gil se lo tomó todo y amaneció en la calle, pero no es Bukowski. Pedro Gil se lo metió todo pero no vive en una escena de Trainspotting. Pedro Gil se las pegó, se las pegó de verdad, pegó y le pegaron y esos golpes lo hicieron la máquina de ingenio y sensibilidad que es, el que puede escribir estoy considerado como uno de los mejores atletas del ocio, el que puede escribir las Damas de la Sociedad Difunta han sido más inquietas que las gallinas, el que se despide diciendo: he recibido bravos hurras y aplausos/por sudar y escribir El Poema/gracias, muchas gracias/amigos parias/amigos con carros/muy amables amigos académicos/aquí tengo mi talento/El Poema/el que salí a buscar/desde la entrepierna de mi madre/¿qué hago con él? ¿se los doy? ¿lo quieren?/¿me lo como? ¿qué hago?
Las 17 puñaladas vienen del mar, del pescado que espera en el mercado de Tarqui con la boca abierta y la mirada perdida, de los labios consumidos del matón ocasional que solo quiere seguir fumando. Pedro Gil escucha salsa y rockea como el que más, cuando quiere, cuando decide escribir, la parte, la rompe. Soy demasiado poeta para morir, dice uno de sus mejores inventos. Duro de matar, en todo caso. Quédate de este lado, poeta, que los muertos no escriben y allá abajo no hace calor, hace frío, está helado.
Juanito Peinilla
Tenías que acostúmbrate a la vulgaridad de los chicos bien
Tenías que entender que un blue jean y una grabadora no vienen mal
Aunque la casa está cayéndose llena de cucarachas
Tenías que saber hace rato que las escenas de amor con Casandra
Fracasaron porque preferías oír a Rubén Blades
Sentir que la muerte es blanca en el callejón de los ángeles
Entre asesinos y asesinados
Tenías que poner cara de palo al negativismo de mamá
“cansada de esperar hijos borrachos”
Todo este rollo conmueve
Como la tarde en que me avisaron
Que mi hermano había caído por ladrón
Y papá no tenía plata
Nada que ver si la madrugada
Sorprende cerebros rescatables/dedos amarillos
En busca de un paquete de evasiones
Hay que ser sinceros:
La miseria, ¿es culpa de los miserables?
Tenías que pasar a limpio el borrador de tu sinsentido
Tenías que subir de categoría en la domesticidad
Morboseando dinero
Arranchando cadenas de arrepentimiento
Ultrajando discotecas
Tenías que saber que nuestra alegría es desechable
Como las cervezas enlatadas
Tenías que marcar el paso del desaliño
Tenías que traer las últimas noticias
Pero “la vida te da sorpresas/sorpresa te da la vida”
Las Damas de la Sociedad Difunta
Han sido más inquietas que las gallinas
En casa todo lo sabíamos
Menos eso
(la civilización tiene sus cosas)
Tenías que limpiarte esas alcohólicas legañas
Pero “tú estás peor/no estás en nada”.
Del libro delirium tremens (poesía), 1993.
1 comentario:
Hay pocos poetas, Pedro Gil es uno
elías
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