Los Vengadores
es una película peligrosa. Primero porque es tan divertida, tan emocionante, tan
efectos especiales cool, que uno se
deja llevar como un niño al que van arrastrando de la mano en una juguetería.
Segundo, porque justifica la violencia y la guerra disfrazándolas, al mejor
estilo americano onda Richard Nixon, como pasos obligatorios en el camino hacia
a la paz.
Hace
exactamente un año, cuando Thor llegó a la Tierra por primera vez, el director
de la agencia de inteligencia y antiterrorismo S.H.I.E.L.D., Nick Fury, se dio
cuenta de que nuestro planeta –entiéndase USA– era absolutamente vulnerable a
un ataque que viniera del espacio exterior. Luego, a partir de un extraño cubo
luminoso que el papá de Iron Man encontró en el fondo del mar, dirigió sus
esfuerzos a crear armas de destrucción masiva capaces de protegernos. En Los Vengadores el tema vuelve a colación.
Loki, el medio hermano menor de Thor, consumido por la envidia, la inseguridad
y el resentimiento (el sueño de todo psicoanalista), ha robado el famoso cubo y
planea acabar con el mundo, empezando por la isla de Manhattan en Nueva York. En
esas circunstancias se juntan los superhéroes VIP de Marvel Comics y entre
ellos se crea una química extraña en la que reina la ironía para con el prójimo
(nadie mejor para esto que Tony Stark, por supuesto), tensa al principio pero irremediablemente
destinada al noviazgo, mezcla de casa del árbol y Gladiadores Americanos. A
esto le siguen una serie de batallas en las que, como esperamos y queremos que
pase, las cosas explotan y miles de pedazos salen volando de la pantalla 3D. Acción
de lujo, marinada con una cantidad de bromas –que hacia el final dependen más
de Hulk que de Stark– fríamente calculadas, como si los escritores estuviesen contando
los minutos entre chiste y chiste, no vaya a ser que el público pierda la
carcajada alucinógena o, Dios no lo permita, empiece a sospechar sobre las
intenciones de la película.
Cuando
se acaban el sonido y la furia, aparecen imágenes de la ciudad devastada, de
los enemigos muertos, de los sobrevivientes agradecidos. Nick Fury se pega un
discurso esperanzador: ya nadie intentará meterse con la Tierra, saben que
estamos armados, que somos fuertes, y nos tienen miedo. El que se meta con
nosotros no vivirá para contarlo. La gente abandona el chiquero en que hemos
convertido la sala, una alfombra de canguil manchada de té helado cubre los
pasillos entre las filas de asientos. Marchamos convencidos. La mejor idea del
mundo es dormir con un arma cargada bajo la almohada, por si acaso.
(El Diario, 29/04/12)
4 comentarios:
Quizas mi texto pueda interesarte... Te imagine escribiendo el reglamento de la FEF. A lo mejor no estoy tan loca. Abrazo http://studiofutbol.com.ec/opinion-si-sebastian-cordero-dirigiera-la-fef-por-karla-morales-16900.aspx
buenísimo. gracias!
Buenas Noches
Juan Fernando me llamo Josué Arce
soy hijo de una amiga tuya ella es Eliana Bojorque bueno para que sepas te conozco,
pero en ese tiempo yo no era como soy
ahora,igual, pero con otros pensamientos de todo diferente.
Pero bueno voy al caso hace 4 dias acabe de leer tu obra
"Hablas Demasiado" Escuchando Sudakaya-Todo va bien
Sabes wao es lo máximo wao
que buena Lectura, imágenes, descripciones
que bien.
Bueno te comento a mi me toco escribir algo así
para el colegio, acabe, y mi ma me dijo
-Josué escribes Igual Que El Juan Fernando.
y me dio tu Obra y la leí todos los días y para mi tengo un aire de tu obra
pero bueno.
Juan Fernando Tu Obra es lo máximo, que gara loco.
A una ultima question
como es eso del cortometraje de tu obra
el domingo así vi algo así como el tráiler
en youtube, avísame si sabes algo respecto al cortometraje.
A ayúdame con tu mail
para poder hablar
y mandarte mi cuento y poemas
yo igual escribo pero poesía
quisiera tu opinión y mas
gracias.
ese es mi correo martini_189@hotmail.com
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