5.16.2016

Salir del carro


Stanley Kubrick, para muchos el mejor director de cine del siglo XX o por lo menos de la segunda mitad del siglo XX, recibió en 1997 el premio D. W. Griffith, una especie de Óscar más sofisticado y menos farandulero otorgado exclusivamente por los miembros del Sindicato de Directores de América.  

Durante su corto discurso de agradecimiento grabado en Londres, donde estaba filmando Eyes Wide Shut, una de sus mejores películas y también la última que hizo, Kubrick recordó una conversación con Steven Spielberg en la que le preguntó, para ti, ¿qué es lo más difícil de dirigir una película? Spielberg, cuyos triunfos son tan milagrosos y monumentales como sus fracasos, le contestó: salir del carro.

Spielberg se refería a la conclusión de ese viaje entre el lugar donde duermes y el lugar donde filmas. Se refería, más específicamente, a ese momento en el que ya no se puede dar vuelta atrás: hay que seguir filmando, suerte o muerte. Estoy seguro de que todos saben cómo se siente, dijo Kubrick.

Hay artistas que pueden cronometrar sus emociones y planear hasta el último detalle antes de empezar a darles forma, pero la mayoría, y me atrevería a decir que los mejores, los más valientes, saben que su trabajo es gatear a tientas por la oscuridad.

Salir del carro puede traducirse de varias formas: salir de la cama, bañarse, vestirse, tomar un bus para ir a la oficina, treparse en la bicicleta para ir a la oficina, encender el motor y manejar cuarenta minutos para llegar a tiempo a un trabajo de mierda, dejar a los niños en la escuela y luego abrir el negocio, caminar varias cuadras hacia el negocio de otro y preguntarse, ¿qué estoy haciendo con mi vida?

El único conocimiento absoluto que puede alcanzar el hombre
es saber que la vida no tiene sentido
–Lev Tolstói–

En Here Comes The Sun, George Harrison dice algo como esto: aquí viene el sol y todo bien. Fácil de decir, bueno para cantar, pero difícil de hacer. Aceptar la llegada de un nuevo día es un acto de coraje y a veces es simplemente un suicido. Aceptar la llegada de un nuevo día implica seguir viviendo.

- Para ti, ¿qué es lo más difícil de dirigir una película?
- Salir del carro.

Salir del carro. Levantarse cuando nada tiene sentido, cuando estamos solos y tristes, arrastrándonos bajo el sol, mordiendo el polvo del pasado. Abrir los ojos para ver lo que no queremos ver, recordar las cosas que tienes que hacer, reunir fuerzas para hacer las cosas que no quieres hacer, reconocer que hay ciertas cosas que ya no nunca harás, cosas que ya no hiciste. Recordar a la gente que hemos perdido. Y seguir.

(El Diario Manabita)  

1 comentario:

Anónimo dijo...

david, get out of the car