12.22.2009

El Rey Max


En estos días en los que uno tiene la obligación de ser feliz o pretender ser feliz y ponerle a todo una sonrisa de oreja a oreja, he encontrado una razón para ser feliz en serio y sonreír desde adentro y con todo: Where The Wild Things Are, la nueva película de Spike Jonze. No es una película navideña pero como si lo fuera porque despierta todos esos sentimientos que se supone deben despertarse y caminar en esta época del año.

La misión no era nada fácil. Adaptar al cine el libro “para niños” del octogenario Maurice Sendak (Brooklyn, New York, 1928), cuya extensión se remite a diez oraciones más bien cortas ilustradas con dibujos del mismo autor, parecía un reto casi imposible y, al mismo tiempo, la plataforma perfecta para trabajar con libertad y mantener el control creativo. Spike Jonze y su coguionista Dave Eggers (Away We Go) partieron del espacio en blanco que se produce entre líneas y lo llenaron con una realidad sólida que me hizo dudar de que todo lo demás exista realmente.


Max, un niño de doce años que ha logrado suplantar al mundo “real” por el que funciona en su cabeza (como tiene que ser), huye corriendo de su casa después de una pelea doméstica con su madre (Catherine Keener, tan increíble como siempre). Lleva puesto un disfraz de lobo y sus Converse negros. Corre hasta camuflarse en un pequeño bosque que termina en un río, donde lo espera una embarcación que lo llevará justo donde quiere ir, donde necesita estar: lejos. El mar alterado por el viento lo deposita en una isla poblada por criaturas que de lejos parecen monstruos y, de cerca, material excluido de los cuentos de hadas, peluches alternativos con los que uno podría dormir plácidamente (haber confeccionado trajes de dos metros de alto, en vez de usar bestias computarizadas, es tal vez el mayor acierto de la producción). Como en el libro de Sendak, Jonze y Eggers no se molestan en explicar la mitología de estos seres ni mucho menos. Los monstruos simplemente están allí porque esa isla es su hogar y ya, punto, el resto no nos importa. Max, que no es un monstruo pero a ratos preferiría serlo porque eso de ser niño lo hace sentir desubicado, encaja enseguida y se convierte en el Rey Max, Lord of the Wild Things. Pero claro, ningún rey tiene todas las respuestas, mucho menos él, que está lleno de preguntas.


No sé si Sendak quiso escribir una historia con moraleja ni mucho menos si Jonze y Eggers quisieron amplificar el mensaje, pero algo es cierto: no se puede vivir con miedo. Max mira a los monstruos a la cara y les sostiene la mirada así el cuerpo entero le tiemble. El niño construye un puente, se abre, se la juega, permite que le pasen cosas y, algo clave, se permite fallar. Max no es un buen rey, ni siquiera es un rey a secas. El Rey Max es un personaje que el verdadero Max debe abandonar para encontrar a la persona debajo del disfraz de lobo feroz. Por eso causa desastres y decide volver a la casa de su madre para enfrentarse con una verdad a la que ya no le teme y, también, para que los monstruos resuelvan sus problemas entre ellos, como tarde o temprano tendrían que hacerlo.


Una película que se hace querer enseguida, hecha con cariño y llena de buenas intenciones. Una película sobre los riesgos del poder absoluto. Una película sobre crear un mundo personal que nos pueda salvar del otro. Una película que nos trae al mejor James Gandolfini (a.k.a. Tony Soprano) que hayamos escuchado en el cine. Una película que sirve para estrenar mundialmente las canciones de Karen O and The Kids. Una película en la que Spike Jonze vuelve a lucirse. Una de esas películas que ojala no acabaran nunca.








10 comentarios:

Sebastián Núñez dijo...

parece que no hay como perderse la peli. donde la conseguiste?

Juan Fernando Andrade dijo...

ds,

x increíble q parezca, enconré Wild Things en Portoviejo, en un lugar llamado DVD Planet. av manabí y granda centeno.

saludos

AndresP dijo...

Es lo maaximo, no te aguantaste, yo todavia sigo aguardando Enero y poderla ver en grande. Con respecto al soundtrack, es genial digno de Karen O, me sorprendio por completo eso de coger niños q no sepan nada de musica y ponerlos a cantar asi de simple y crudo, que se sienta que son niños.

Mis favs, rumpus y worried shoes. :)

Sebastián Núñez dijo...

pues no se si tan increible si el local es pirata y como soy de quito tocará buscar con dealers piratas conocidos o esperar a enero como andresp, a ver si me aguanto...

saludos

Autómata dijo...

yo la tengo comprada hace una semana, y esas misteriosas ondulaciones de la vida (y del amor) me la harán ver en Navidad... Felices Fiestas!

Raul Farias dijo...

en un capitulo de Los Simpsons, Lisa usa a los personajes del libro para perderle el miedo a un cementario que está frente a su cuarto...

Saludos

Juan Fernando Andrade dijo...

Autómata,

gran regalo de navidad!!


RF,

de ley!! ahora lo recuerdo perfectamente. tks.


felices fiestas

Arturo Cervantes dijo...

¿Un largometraje basado en un libro infantil de diez oraciones?
Eso hay que verlo... Incluiré esta película en mi lista de "películas por ver", a la que exigiré bastante en estos días de vacaciones. Gracias por el dato, JF.

Juan Fernando Andrade dijo...

AC,

gracias a tí, x seguir pasando x este blog. ve a x ella, seguro la disfrutas mucho.

Autómata dijo...

ya la ví: aluciné, comprendí, entendí, disfruté, la recomendé.