12.09.2009

La venganza del zombi gay


En un futuro no muy lejano que transcurre en Berlín, los zombis han adquirido la capacidad de vivir entre los humanos, no como ellos, ni comiéndose sus cerebros, pero sí mezclándose con ellos en alguna especie de sociedad mixta, sangrienta y divertida. Los zombis de la nueva era caminan entre los alemanes, respiran, hablan, soportan los días bajo el sol con su pálido garbo y se meten en discotecas donde hacen levantes homosexuales y, acaso lo menos sorprendente, protagonizan las películas de la cineasta experimental Medea Yarn, una dama dark (su novia, Hella Bent, está muerta qué rato y habla con cartelitos sobre música de pianola, a lo cine mudo) y existencialista a la que le encantan los cumpleaños porque la acercan un poco más a la muerte.


Pero esta no es una película de Medea Yarn sino la película dentro de la cual Medea Yarn hace su película. En rigor, hablamos de Otto; or, Up with Dead People, un film del canadiense Bruce La Bruce, rodado en alemán y hablado en un inglés gramaticalmente correcto pero fonéticamente torpe. Esto del idioma mal pronunciado es lo que menos sorprende o, mejor, es lo más racional que se encuentra en la película. Al principio está Otto, un chico que aparentemente murió hace poco y pertenece a esta evolucionada leva de zombis medianamente civilizados y gays. Lo vemos salir de su tumba, hacer dedo en la carretera, liarse con un amante al que desangra y excita por completo y entrar en la secta de Medea Yarn por la puerta grande. Según la cineasta, Otto se hace el muerto y esa certeza adolescente la trae, más que intrigada, loca de gusto; por fin ha encontrado la estrella para su obra y no piensa soltarla. Pero Otto está muerto, muerto de verdad, muerto-muerto, y por ahí tiene flashbacks de un pasado difuso que, por lo que se ve, lo hizo feliz. El resto son disertaciones (algunas en off y otras dichas directo a cámara) sobre lo inútiles que resultan algunas reglas impuestas por la sociedad y acercamientos a la esperanza de la muerte. Curioso, porque Medea, Otto y compañía no piensan en la muerte como el fin sino como el principio y esto es, a fin de cuentas, aferrarse a la vida.


Otto… sorprende por muchas cosas. Es, ante todo, una comedia. O bueno, por lo menos a mí me sacó sonoras carcajadas que aterrizaron sobre los kilómetros de vísceras, tripas, órganos y sangre que se riegan de escena en escena. No es una cinta prolija y tal vez no quiera serlo o simplemente no le dio la raza para serlo. Las actuaciones son tan malas que, literalmente, son buenas; o sea, solo hay dos formas de actuar como lo hace el personal de La Bruce: con años de entrenamiento en una escuela especializada escondida en la cordillera del Himalaya, a la que sólo llegan los elegidos por el Olimpo, o reuniendo a un grupo de panas que no han actuado en su puta vida y ni siquiera serían capaces de mentirles a sus padres. El resultado es una de las cintas más graciosas de la historia, personal como ella sola, súper B, pero de intenciones claras y discurso consumado: la vida no es esto que vemos ni aquello que tocamos, la vida viene después y todos nos estamos preparando para los misterios que nos serán revelados justo a tiempo y, mientras tanto, mejor bailar, hacer el amor, comer conejos y descuartizar pájaros y morder los cuellos amados hasta que sangren y luego andar por la calle con esa sangre en el rostro, como si todos fuésemos clones defectuosos y valientes del hijo que alguna vez tuvieron El Guasón y Robert Smith.


De Otto… queda una gran lección: hacer cine con libertad. No tenerle miedo al fracaso ni mucho menos al ridículo. Divertirse. Pasarla bien. Jugar. Jugar en serio y en broma porque mientras te lo creas no es mentira y el que no le guste puede o bien tirarse a un poso o de plano tener la gentileza de matarse.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

genial.. tengo que verla

Juan Mendez dijo...

yo tengo que verla también :-)

sean dijo...

meeeeeee coooooooo

Juan Fernando Andrade dijo...

Minmey,

no c dónde la venden xq a mí me la cruzaron. pero estoy seguro d q no es imposible encontrarla, x lo menos en UIO.


Juan,

chequéala y me avisas q t pareció.


Sean,

jajajajajajajaajj