10.30.2010

La úlcera de José Donoso


La edición de bolsillo de El obsceno pájaro de la noche (Punto de Lectura, 2006), el clásico del escritor-chileno-del-boom José Donoso, viene con una especie de making of al final escrito por el mismo autor. El texto se llama Claves de un delirio: los trazos de la memoria en la gestación de El obsceno pájaro de la noche, es largo, generoso, contundente y se siente casi demasiado sincero. En su comentario en off, Donoso cuenta la historia de su muy pero muy particular úlcera, que se activa cada vez que se propone escribir una novela y que en el caso de El obsceno… casi acaba con su vida.


Al parecer Donoso empezó, como muchos, a bosquejar su novela escribiendo ideas sueltas, apuntes, sensaciones, capítulos enteros que no se conectaban entre sí, que vivían peleando bajo un mismo techo que se estaba quedando corto: y en eso se le fueron diez años. ¿Cómo se hace para vivir con una novela adentro durante diez años? Fácil, se sangra por dentro. En uno de estos ataques, sucedido en Estados Unidos, a Donoso le aplicaron morfina sin saber que era alérgico a ella. “Tuve un increíble acceso de locura, con alucinaciones, paranoia y, sobre todo, un terror más ancho que la vida”. Durante quince días, el escritor estuvo internado en una clínica, atrapado en un violento delirio esquizofrénico. Sentado frente a la cama del paciente estaba un profesor de lógica que Donoso había conocido unos pocos días antes, y que definió el episodio de salud como “una perfecta reconstrucción paralógica del universo”. “La política, el sexo, los prejuicios raciales enterrados, todos esos elementos adquirieron en esas alucinaciones otra vida… más grande”, cuenta José Donoso. Lo cierto es que una vez superada la crisis, el escritor no encontró otro remedio que quemar la novela en la que estaba trabajando con la esperanza de exorcizar así todos sus demonios. Por suerte, su esposa lo detuvo y le dijo que la única forma de escapar de la novela era, precisamente, terminarla, publicarla, deshacerse de ella por la vía legal y entregársela al mundo para que dejara de comerle las tripas. En ese momento, en un acceso de lucidez o en un acto de amor, Donoso volvió a intentarlo, se encerró con las cientos de páginas que ya había escrito y al cabo de ocho meses terminó lo que no había podido terminar a lo largo de una década entera.




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4 comentarios:

Kros dijo...

Amigo:

Gracias por devolverme el gusto por la lectura, en verdad la habia dejado gracias a unos cuantos libros olvidables que me aburrieron y me dejaron en coma hasta que retome el gusto con HD, Saramago y Pablo Ramos, este último si no lo has leído es muy recomendable me gusto mucho y sus libros se pueden conseguir en la isla de la campaña Eugenio Espejo del Condado Shopping (El origen de la tristeza, la ley de la ferocidad. Te dejo el link de su blog
http://laarquitecturadelamentira.blogspot.com/
Saludes

Kros

Kros dijo...

Una tarde estaba yo en casa de un amigo que siempre sospeché de ser [sic] homosexual, sin haberlo confirmado. Llegó entonces el ex marido de una prima mía, un muchacho muy buenmozo, y pude advertir que había algo entre ellos, algo que era amor. Me conmoví hasta los huesos, me dio una envidia, una desesperación, unas ganas de tener exactamente lo que esos dos tenían --y, sin embargo, un deseo vehemente de no ser como ellos... Es esa envidia lo que está en la base de todos mis problemas, gorda. ¿De dónde viene, por qué es, qué significa? ¿Hasta dónde puede llegar a destruir nuestra vida, esa envidia mía por una situación homosexual? [...] La tentación es inmensa, terrible, pero resulta que eso (asumir una vida homosexual) me produciría tanto o más dolor que el no hacerlo. Mi neurosis es debida, ahora, a esa sensación de estar viviendo sobre arena movediza".

Carta de José Donoso a su esposa María Pilar Serrano, 30 de agosto de 1960

Juan Fernando Andrade dijo...

broder,

gracias a ti, x seguir visitando CB y hacer el aguante. el gusto x la lectura no t lo devolví yo, t lo devolvieron los autores y esa otra vida q protagonizamos en cada lectura.

la carta de Donoso está genial. su hija Pilar escribió un libro llamado "Correr el tupido velo", donde c supone revela la vida secreta de su padre. lo he buscado y aún no lo encuentro, pero sigo a la caza.

saludes

Anónimo dijo...

me gustaba donoso hace 30 años... hace tiempo que no lo releo, estoy leyendo el libro de su hija (que igual con la movida que tenemos en españa ahora encuentra a sus padres originales... aquello de la adopciones irregulares), y lo que me cabrea del tema es que Donoso y familia vivia en España completamente al margen de la situación política tan compleja que teniamos. Está claro que tenian problemas de psiquiatra, tanto él como su señora (mujer maltratada sin consciencia de serlo).. pero vamos que vivieran aquí, en plena dictadura como si estuvieran en el limbo... me parece asombroso...