11.07.2010

Dos hermanos (o cueste lo que cueste)


Ciertos directores tienen sus temas claramente definidos, esas cosas que los persiguen o que ellos persiguen y encuadran desde varios ángulos, tal vez porque buscan la verdad o porque saben, de antemano, que jamás la encontrarán. El tema, el gran tema del argentino Daniel Burman es la familia, las relaciones puertas adentro, el mundo chico desde donde se parte al mundo grande. Y “Dos hermanos”, basada en la novela “Villa Laura” de su compatriota Diego Dubcovsky (quien dicho sea de paso es coguionista y coproductor de la cinta), es una forma memorable de querer explicar o tratar de entender lo que pasa en los caminos torcidos del ADN.

Susana (Graciela Borges) y Marcos (Antonio Gasalla) se han quedado huérfanos, ambos están entrando en la tercera edad y aunque no es exactamente lo que quisieran, se tienen el una al otro, poco más, poco menos. Sin recurrir al famoso flashback, de una manera tan sutil como certera, “Dos…” nos cuenta la historia de una familia que ha logrado lo más importante: salvarse de sí misma. Se nota que estos hermanos han pasado por mucho, que se han hecho daño y se han guardado secretos que capaz era mejor decir en voz alta. Pero aún así, contra todo pronóstico, siguen juntos y, a su manera, hasta se quieren. Eso de que uno no puede escoger a su familia es cierto, pero quizás, con suerte, puede escoger cómo llevar las relaciones familiares, cuándo decir lo que hay que decir y cuándo guardar silencio y dedicarse a estar, ahí, al lado, aguantando cosas que no tendría por qué aguantar, aguantando porque eso es lo que hacen las familias, se aguantan, se toleran, o mueren en el intento.

De alguna manera, esta es una película de autoayuda, no es light ni se disfraza de experiencia trascendental de vida, pero es el tipo de cinta que nos enfrenta a la verdad, que nos revela un poco de nuestra propia personalidad, de eso que no queremos ver, y al final nos hace creer que si ellos pueden, si Susana y Marcos no se han arrancado la cabeza mordidas ni se han sacado los ojos, si todavía pueden ver a Mirhta Legrand en televisión mientras comen pasta y toman vino, nosotros también podemos. Algo así, me queda claro, habría sido imposible de lograr sin gente del calibre de Graciela Borges, una de las actrices más bellas y solicitadas en la historia del cine argentino, y Antonio Gasalla, que viene de una larga vida de cómico en televisión y, en un caso muy parecido al de Guillermo Francella en “El secreto de tus ojos”, logra ponerse a la altura de las circunstancias y sale ganando. Con esta película, la verdad, ganamos todos.

(El Diario, 7 de noviembre 2010)

3 comentarios:

radicaLibre dijo...

Link para ver la película en cuevana

http://www.cuevana.com/buscar/?q=dos+hermanos&cat=titulo

Saludos!!

LA VIA dijo...

Suena buenisimo, es mejor el instrumento medico para escuchar la voz de los vecinos fantasmas, el discurrir de sus peleas, algo mas que comer pasta, es escuchar el sonar de la cama, como el semen corre para conseguir un lugar donde incubar con rapidez, el ADN se puede combinar y veremos chifladuras por doquier.

Juan Fernando Andrade dijo...

RL,

gracias, muchas gracias x el link!!

LV,

el ADN es, quizás, el gran, el mayor misterio del mundo. cómo c puede ser tan parecidos y tan fierentes a la vez???


saludes