6.27.2011

Excursión al parque Acuña


El viernes pasado decidí quedarme en casa, entre otras cosas, porque empiezo a entender a los grandes cuando después de una semana intensa de trabajo lo único que quieren es guardarse (¿debería preocuparme?). Me metí a la cama con la compu, entré a www.cinepata.com (si no han entrado, deberían) y cobré una deuda que tenía conmigo mismo desde hace rato: ver Excursiones, la tercera película del argentino Ezequiel Acuña. De alguna manera, la cinta me arruinó el resto de la noche, porque me mató de envidia.

Había leído que Acuña, después de Nadar solo y Como un avión estrellado, sus películas anteriores, había decidido cambiar ese tono de nostalgia adolescente-noventera con el que algunos enganchamos de una, por una comedia del tipo Judd Apatow/Greg Motolla. Y sí, algo de eso hay. Excursiones es, entre otras cosas, una comedia, aunque tratándose de un director tan marginal, tan conocedor de su metro cuadrado, el humor tiene un color distinto: estos personajes no hacen ningún esfuerzo por ser graciosos, capaz ni siquiera saben que lo son (como pasa a menudo con esos amigos que son chistosos precisamente cuando hablan en serio), la vida simplemente les pasa y, a distancia, desde afuera, uno se ríe, no a carcajadas sino para adentro, sabiendo que también se ríe de uno mismo.

La historia viene del corto Rocío, que Acuña dirigió en el 2000. Dos amigos vuelven a verse después de diez años de silencio. El pretexto es escribir un monólogo de teatro basado en un pequeño texto que uno de ellos interpretó en el colegio. La situación es incómoda, rara. Primero porque se dicen mucho menos de lo que deberían, obvio, y segundo porque son argentinos y esa costumbre neurótica que trata de racionalizarlo todo es inútil en casos como este. Martín (Alberto Rojas Apel, co-guionista de Acuña y, por lo menos en este papel, gran actor) es un guionista de tele que está cansado de serlo y decide ayudar a Marcos (Matías Castelli, sólido, entrañable), empleado en una fábrica de dulces y autor del texto original, para convencerse de que es una buena persona o una no tan mala como sus ex compañeros piensan. Empiezan a trabajar y esos momentos Acuña se suceden uno detrás de otro con madurez y precisión. Momentos en los que, a través de aparentes trivialidades, los personajes se muestran, se dicen, se cuentan, se abren sin decir que se están abriendo y terminan expuestos, susceptibles al menor roce emocional.

Las películas de Acuña, al parecer, no tienen gran público ni en Argentina ni en ninguna otra parte, pero tienen el público correcto, gente que las quiere y, quizás, hasta las necesita. Uno se reconoce, se preocupa, se siente incluido, parte de. Uno quiere ser amigo de esa gente porque siente que la conoce, que ha pasado por momentos parecidos o iguales, porque se viste con el mismo desgano, con el mismo descuido, porque escucha la misma música o música con la misma onda (mucho oído a los temas de la banda uruguaya La Foca) y se relaciona o trata de relacionarse con el mundo de la misma manera. Acuña lo sabe, sabe que no está solo y por eso no se rinde. Al contrario, libra una batalla generosa en la que, por ejemplo, regala secuencias musicales de una intimidad que sacude: el tipo de cosas que pasan cuando uno, iPod en mano, le va poniendo música a la vida y, acaso sin quererlo, le da significado a las cosas. Los personajes de Acuña, su gente, no lo quiere todo ni lo quiere ahora. Sólo quiere estar bien, encontrarse y encontrar a otros como ellos para no tener que ceder y cambiar. Si antes salía de estas películas con una extraña sensación de felicidad no exenta de melancolía e infinita tristeza, de Excursiones salí bien, contento y envidioso, con ganas de seguir siendo como soy, como somos algunos.



7 comentarios:

Memo dijo...

Tus posts son siempre necesarios, loco.

Biola dijo...

"Que no creo en la suerte...Creo en la pasión, la inspiración y el trabajo. -Ah...que tengan eso, entonces".
Reirse con ellos y pensar un uno mismo, ¡exactamente! El espíritu adolescente se pone nostálgico, por eso te quedas un viernes en casa, nada nuevo de qué preocuparse!

Cayadi dijo...

que dulce sabor dejan tus palabras.... es como que los días se aclaran y el sol alumbra mucho mas... tengo pendiente ver la peli completa... gracias por abrir más mi mente!!!!

Anónimo dijo...

Jajaja amigo dichoso tu por asi decirlo q recien estas sintiendo esos estragos de la sejuela... A muchos nos cogio a la mitad de nuestros veinte y ya no volvimos a ser los mismos jajaja como siempre buen post
Kros

Juan Fernando Andrade dijo...

personal,

espero q hayan visto la película y q les haya gustado tanto como a mí. forever young!

saludes...

Anónimo dijo...

gran peli , preciosa su historia y su música, muy bien contada ,

Memo dijo...

La vi hoy y... gracias.
Muchas gracias por la recomendación.

Also, dowloading La Foca right now.