5.11.2008

Una banda llamada Perrosky

En el mundo en el que vivo, la primera pregunta que se le hace a un amigo que estaba de viaje y volvió es: ¿qué trajiste? Aclaremos que no se trata de la egoísta ¿qué ME trajiste? No. La pregunta a la que me refiero significa, básicamente, tres cosas: discos, libros y películas. El resto, las anécdotas, los recuerdos, los amores primaverales y hasta las tragedias turísticas, pueden esperar.

Hace un par de años, un amigo que regresaba de Chile me dijo, con los ojos más abiertos que nunca: TIENES que escuchar esto. Algo que no puede ni debe decirse así como así. Una frase que estamos en la obligación de usar con responsabilidad y madurez. Cuando le dices a alguien TIENES que escuchar esto, corres un riesgo y, si fallas, pierdes puntos en el ranking universal de los dealers de música, pierdes, digamos, una credibilidad sumamente difícil de recuperar. El amigo en cuestión puso un disco en su equipo, aplastó play y empezó a mover la cabeza hacia delante y hacia atrás, seguro de que más que música, me estaba regalando un momento. Y así fue, era la primera vez que escuchaba Perrosky, un dúo (batería y guitarra) de rock-folk-blues latinoamericano que, desde nuestro primer encuentro, se quedó con un lugar especial entre mi discografía virtual.

Tal vez se los hayan topado navegando en la web. En radios, por lo menos en el Ecuador, es prácticamente imposible acceder a proyectos como Perrosky. Por acá sólo llegan hits, en su mayoría desabridos, que han sonado hasta el cansancio en otros países. Esto me llama la atención. Digo, en tiempos en los que el mundo es cada vez más pequeño, donde uno sólo tiene que investigar un poco para conseguir lo que busca, las radios, o gran parte de las radios ecuatorianas, siguen rindiéndole cuentas a un establishment que tiene cada vez menos que ver con los seres humanos de carne y hueso. ¿Qué tiene que pasar para que las radios nacionales, finalmente, se arriesguen a proponer? No lo sé con exactitud, pero lo primero, de esto no me cabe duda alguna, es dejar de pensar que los ecuatorianos somos, en general, un pueblo mal educado e ignorante que no puede ver, ni oír, más allá de lo evidente.

En fin, volvamos a Perrosky. El dúo lo conforman los hermanos Álvaro (guitarra, harmónica, voz) y Alejandro Gómez (batería, coros), que tienen, junto a otros dos músicos, un proyecto paralelo llamado Guiso, que vendría a ser el primo íntegramente rockero de Perrosky. En 2002, Álvaro saca un disco como solista llamado “Añejo”. Dos años después, con sangre de su sangre a la batería, editan, como Perrosky y bajo su propio sello disquero Algo Records, el EP (corta duración) “Otra vez”, que dicho sea de paso, fue lo primero que escuché de ellos y, por lo tanto, la raíz de este post que florece años después de sembrada la raíz. Con “Otra vez”, Perrosky consigue un considerable éxito en la escena indie chilena. Entre una serie de bandas de rock-retro-post-cambio-de-milenio, onda Camión y The Ganjas, que existen a pesar de que para nuestras estaciones radiales no sea así, Perrosky le apuesta todo al blues clásico, al country y la música folklórica de su país. Perrosky se hace un sitio particular en la movida del nuevo rock chileno y, por tanto, sudamericano. El espacio que dejan libre, la manía de escribir lo menos posible y repetir versos hasta el cansancio, como los bluseros viejos, y poner la atmósfera de la banda por delante del protagonismo de sus integrantes, jugando a los ingenuos y aplicando maldad cuando hace falta, le dan al dúo eso que ninguna banda se puede dar el lujo de no tener: personalidad.
Entre 2006 y 2007, Perrosky lanza “El ritmo y la calle”, su primer álbum, con más de veinte tracks entre temas propiamente dichos y cortes sonoros de Santiago, a lo documental, pura calle. Con “El ritmo y la calle”, donde se encuentran, por ejemplo, Johnny Cash y Atahualpa Yupanqui, Perrosky se convierte en punta de lanza para toda una nueva camada de músicos latinoamericanos, los que hacen los demos en sus casas, a lo Low-Fi, sin compromisos, sin tener que ecualizarse para gustarle a todo el mundo.

Acá, dos de los cuatro temas de “Otra vez”.






Y el link a su myspace, donde pueden escuchar temas del álbum y ver un par de videos. ¡Aguante Perrosky!

http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendid=125946384

Si les gusta, acá pueden bajarse el disco "El ritmo y la calle".

http://www.portalnet.cl/comunidad/showthread.php?p=828626

2 comentarios:

ELEBÉ dijo...

Bien Perrosky, hace un par de días anduve manoseando su música. Ahora tienes que escuchar Chiwawa.

Anónimo dijo...

"en tiempos en los que el mundo es cada vez más pequeño, donde uno sólo tiene que investigar un poco para conseguir lo que busca, las radios, o gran parte de las radios ecuatorianas, siguen rindiéndole cuentas a un establishment que tiene cada vez menos que ver con los seres humanos de carne y hueso.
(...)
lo primero, de esto no me cabe duda alguna, es dejar de pensar que los ecuatorianos somos, en general, un pueblo mal educado e ignorante que no puede ver, ni oír, más allá de lo evidente."

Sí eso es ésa es exacto bien DE ACUERDO. Esa es la clave. No puedo decir nada más por ahora pero me encanta haber leído esta frase.