Quise a Lennon desde el principio, desde los trajes de tres botones y las transmisiones en blanco y negro. Lo sigo queriendo hoy y ahora, treinta años después de su muerte. Dicen que nada dura para siempre, pero Lennon, como acostumbra, está demostrando lo contrario a la creencia popular. Ok, sí, quizás Lennon sea el Beatle más fácil de querer. Querer a Lennon es creer en ideales no sólo románticos sino también políticamente correctos. Querer a Lennon es hacer el bien. Querer a Lennon es imaginar la paz y creer que puede ser posible. Querer a Lennon habla bien de uno o, en todo caso, habla mucho mejor de uno que de Lennon. Pero no es por eso que lo quiero.
Lo quiero porque nunca superó el trauma de ser un huérfano cuyos padres estaban vivos, un niño al que tomaron la decisión de abandonar, no por necesidad, no por desesperación, lo abandonaron porque no estaban listos para él, porque sus padres nunca pudieron ser grandes. Lo quiero por pedirle a su madre que no se vaya y a su padre que regrese, por pedírselo a gritos mientras masacraba un piano blanco. Lo quiero porque él mismo abandonó a Julian, su primer hijo, le heredó ese dolor, y cuando quiso remediarlo ya era demasiado tarde pero no tan tarde como para redimirse con Sean, su segundo hijo, por quien decidió colgar la guitarra sobre su cama por cinco años. Lo quiero porque hizo daño sabiendo cuánto daño estaba haciendo. Lo quiero porque fue el primero en hacerle caso a Dylan, el que tomó conciencia de que todo el mundo lo estaba escuchando y esa era la oportunidad de decir algo, algo más. Lo quiero por cantar All You Need is Love pero lo quiero más por juntar todo eso que lo atormentaba, todo eso que Lennon odiaba de Lennon, y ponerlo en las canciones de esa gran autobiografía sonora que es Plastic Ono Band. Lo quiero porque no era un buen tipo, pero jamás dejó de intentarlo. Lo quiero porque hizo campaña por la paz mundial pensando que tal vez por ahí encontraría la paz interior que tanto necesitaba. Lo quiero por llevar a Yoko a los ensayos y detonar la separación de una banda que debía terminar para transformarse en lo que es ahora: parte del universo, como el sol y las estrellas. Lo quiero porque cuando Yoko le dijo que necesitaba un tiempo sola él se mudó de ciudad y se mandó una fiesta de tres meses. Lo quiero por ser un tipo celoso. Lo quiero por echarse la culpa. Lo quiero porque usó el amor como refugio cuando todo lo demás había fallado. Lo quiero porque amaba como un fanático religioso, con la misma pasión, con la misma ceguera, con la misma certeza, con la misma arrogancia, idealizando a la otra persona hasta convertirla en una deidad. Lo quiero porque amó tanto y tanto que se le fue la mano y cayó mal. Lo quiero porque se dejó ver, porque se mostró, porque todo eso que escondió durante sus años como Beatle lo sacó al aire en sus años como Lennon. Lo quiero por decirme la verdad. Lo quiero porque se cansó de las mentiras y le pidió al mundo que le diera algo de verdad, solo algo de verdad. Lo quiero porque cuando todo el mundo estaba corriendo de un lado para el otro él se quedó en la cama y de pronto eso es lo que aún necesitamos: parar. Lo quiero porque a Lennon nunca le importó dañar la imagen de Lennon si eso significaba ser otro con los otros. Lo quiero por haberle escrito How Do You Sleep? a McCartney y con eso declararle su amor de manera pública, porque la única forma que encontró para decirle que lo extrañaba fue atacándolo, por quererlo como a un hermano al que había perdido y por inspirar, desde su rabia, tontas canciones de amor. Lo quiero por atreverse a ser un héroe de la clase obrera desde un departamento de lujo con vista al Central Park de Nueva York. Lo quiero porque cuando su asesino lo llamó por su nombre él volteó a mirar.
Lo quiero porque nunca superó el trauma de ser un huérfano cuyos padres estaban vivos, un niño al que tomaron la decisión de abandonar, no por necesidad, no por desesperación, lo abandonaron porque no estaban listos para él, porque sus padres nunca pudieron ser grandes. Lo quiero por pedirle a su madre que no se vaya y a su padre que regrese, por pedírselo a gritos mientras masacraba un piano blanco. Lo quiero porque él mismo abandonó a Julian, su primer hijo, le heredó ese dolor, y cuando quiso remediarlo ya era demasiado tarde pero no tan tarde como para redimirse con Sean, su segundo hijo, por quien decidió colgar la guitarra sobre su cama por cinco años. Lo quiero porque hizo daño sabiendo cuánto daño estaba haciendo. Lo quiero porque fue el primero en hacerle caso a Dylan, el que tomó conciencia de que todo el mundo lo estaba escuchando y esa era la oportunidad de decir algo, algo más. Lo quiero por cantar All You Need is Love pero lo quiero más por juntar todo eso que lo atormentaba, todo eso que Lennon odiaba de Lennon, y ponerlo en las canciones de esa gran autobiografía sonora que es Plastic Ono Band. Lo quiero porque no era un buen tipo, pero jamás dejó de intentarlo. Lo quiero porque hizo campaña por la paz mundial pensando que tal vez por ahí encontraría la paz interior que tanto necesitaba. Lo quiero por llevar a Yoko a los ensayos y detonar la separación de una banda que debía terminar para transformarse en lo que es ahora: parte del universo, como el sol y las estrellas. Lo quiero porque cuando Yoko le dijo que necesitaba un tiempo sola él se mudó de ciudad y se mandó una fiesta de tres meses. Lo quiero por ser un tipo celoso. Lo quiero por echarse la culpa. Lo quiero porque usó el amor como refugio cuando todo lo demás había fallado. Lo quiero porque amaba como un fanático religioso, con la misma pasión, con la misma ceguera, con la misma certeza, con la misma arrogancia, idealizando a la otra persona hasta convertirla en una deidad. Lo quiero porque amó tanto y tanto que se le fue la mano y cayó mal. Lo quiero porque se dejó ver, porque se mostró, porque todo eso que escondió durante sus años como Beatle lo sacó al aire en sus años como Lennon. Lo quiero por decirme la verdad. Lo quiero porque se cansó de las mentiras y le pidió al mundo que le diera algo de verdad, solo algo de verdad. Lo quiero porque cuando todo el mundo estaba corriendo de un lado para el otro él se quedó en la cama y de pronto eso es lo que aún necesitamos: parar. Lo quiero porque a Lennon nunca le importó dañar la imagen de Lennon si eso significaba ser otro con los otros. Lo quiero por haberle escrito How Do You Sleep? a McCartney y con eso declararle su amor de manera pública, porque la única forma que encontró para decirle que lo extrañaba fue atacándolo, por quererlo como a un hermano al que había perdido y por inspirar, desde su rabia, tontas canciones de amor. Lo quiero por atreverse a ser un héroe de la clase obrera desde un departamento de lujo con vista al Central Park de Nueva York. Lo quiero porque cuando su asesino lo llamó por su nombre él volteó a mirar.
12 comentarios:
Pescado, maldito Pescado. Me tuviste con la piel de gallina durante todo el post, se me nublaron los ojos y casi se me escapa una lágrima entre el disimulo de leer esto en horario de oficina.
Sin duda Lennon es eso y otras cosas más y cada uno de nosotros descubre en el lo que necesitamos más.
Salud, aunque no haya una Pílsener para levantar.
¡Qué buen post!
Lo quiero a lennon porque 30 años después de su muerte hizo que escribieras este post.
Muy bueno JF!
Pescado Rabioso! te quiero por escribir esto! me hizo llorar y darme cuenta muchas cosas mas por las que quiero a Lennon!
Love is all you need!
RockMina!
Que hp loco! El post me sacó lágrimas!
Yo lo amo desde que me susurró al oido "happiness is a waaarm guuuun".
Ya se me hizo -crack- el corazoncito...
Ahí te ves...
Lo quiero porque descendió a dios a un concepto por el cual medimos nuestro dolor... Lo chévere es que lo queremos y queriendo así a los que se fueron nunca los dejaremos morir... Buena JF
tu escritura de quereres
separó las dos n
me hizo de len non algo distinto.
salud pescado
richiboy
personal,
me han dejado sin palabras. estamos unidos en esto. ALL WE NEED IS JOHN.
salues
mmm es la primera vez que escribo en un blog, espero que mi comentario no hiera a nadie: Hace un año ví un documental en Cinemax de Lennon, a quien valoro como músico, pero me quedó la sensación de que era más un personaje que amaba la fama. Por ejemplo me enteré que en sus últimos años de vida llamó a varias conferencias de prensa para hablar sobre el daño de las drogas. Antes ya lo había hecho por la guerra, otra de blanco en una cama con Yoko, y así varias veces. Quizá ahora estaría abanderado del cambio climático y en los 90 de la protección de los pandas. En fin, creo que sus cruzadas fueron honestas, aunque estuvieron marcadas por la época en que las impulsó.
anónimo: es la primera vez que escribes y la embarras.
Pescado: gracias por este post.
Esto me hizo subir al cielo y bajar al infierno a traer pedazos de Lennon y tragármelos sin cuidado de atorarme! que bueno está, por la gran puta!!
Un post notable!
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