11.11.2008

Los árboles de Zambra ( II )


Julio, el protagonista de Bonsái, en algún momento de la novela trabaja para un escritor que, justamente, está escribiendo un libro llamado Bonsái.

Digamos que esta es mi novela más personal. Es bien distinta de las anteriores. Te la resumo un poco: él se entera de que una polola de juventud ha muerto. Como todas las mañanas, enciende la radio y escucha que en obituario dicen el nombre de la mujer. Dos nombres y dos apellidos. Así empieza todo.
¿Todo qué?
Todo, absolutamente todo. Te llamo, entonces, tan pronto como tome una desición.
¿Y qué más pasa?
Nada, lo de siempre. Que todo se va a la mierda...


El protagonista de La vida privada de los árboles, segunda novela de Alejandro Zambra, no se llama Julio, pero casi, se llama Julián y está, justamente, siempre escribiendo y cortando y revisando y leyendo su novela, que se llama Bonsái. Esto me hace pensar que Zambra lo tiene todo fríamente calculado, que es un francotirador que no falla ni así su vida dependiera de un error, de un centímetro a la derecha, de una coma por aquí y un punto seguido por acá.



Todo pasa en una noche. Julián está cuidando a Daniela, la hija de su novia Verónica. Si estuvieran casados Daniela sería hasta en papeles la hijastra de Julián. Para conducirla al sueño, Julián le cuenta a Daniela La vida privada de los árboles, una serie de cuentos protagonizados por un álamo y un baobab. Verónica no está en la casa. Daniel no quiere pensar demasiado, pero lo hace, calcula todo tipo de escenarios y en muchos de ellos, obvio, Verónica no vuelve jamás y él se queda con Daniela y tienen que vérselas con una nueva vida así como les viene, de sopetón. Pasan las horas, las páginas, los recuerdos de Julián y los hologramas de un cada vez más posible futuro incierto. Y nada, Verónica no llega y mientras así sea, la novela continúa. Zambra lo sabe perfectamente.

Pero no es esta una noche normal, al menos no todavía. Aún no es completamente seguro de que haya un día siguiente, pues Verónica no ha regresado de su clase de dibujo. Cuando ella regrese la novela se acaba. Pero mientras no regrese el libro continúa. El libro sigue hasta que ella vuelva o hasta que Julián esté seguro de que ya no va a volver. Por lo pronto Verónica falta en la pieza azul, donde Julián distrae a la niña con una historia de la vida privada de los árboles.

Esta noche, cuando Daniela esté dormida, Julián entenderá que a veces nos dejan así, de un día para el otro, en cuestión de segundos. Un día estamos acompañados y pensamos que nada es tan malo porque, de cualquier manera, alguien está ahí para ayudar a soportar el peso. Pero nosotros somos, también, pesados, una carga de la que de pronto alguien ha estado pensando en librarse desde hace mucho.



Frase clave:

Salvarse de ésta sería, acaso, despertar. Pero no puede despertar: está despierto.

La vida privada de los árboles es apenas veinte páginas más larga que Bonsái, y en esas carillas se siente un crecimiento significativo, como si en cada nueva palabra Zambra hubiese pasado la vida entera.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cual profesor de Literatura has hecho que me intrigue Zambra. Me gustaría que escribas algo de Gabriela Alemán, qué opinas de ella... a propósito de que es una de las invitadas de la Feria del Libro.

Anónimo dijo...

Juan Fernando,

No encotre tu direccion electronica, te quise mandar un mensaje. En fin queria saber si viviste aca en los Estados Unidos? donde? Solo por curiosidad.

Ya viste Religulous? a lo mejor ya tienes un post y yo no lo he visto... ya me voy a dar una vuelta.

Maria.

Elías Urdánigo dijo...

"Esta noche, cuando Daniela esté dormida, Julián entenderá que a veces nos dejan así, de un día para el otro, en cuestión de segundos. Un día estamos acompañados y pensamos que nada es tan malo porque, de cualquier manera, alguien está ahí para ayudar a soportar el peso. Pero nosotros somos, también, pesados, una carga de la que de pronto alguien ha estado pensando en librarse desde hace mucho"


Gogotero con este párrafo tuyo convence, dan ganas de caer rdondito dentro del libro. Yo leí Bonsái, y no me convenció de entrada porque me pareció de pronto muy resumida, pero una segunda lectura como que disolvió todo esos baches que me habían quedado. Además, estoy de acuerdo contigo, tiene un arranque rompedor, excelente.

Anónimo dijo...

Pescado cómo te va! Un gran saludo y adelante con tu blog, me gustó mucho el post de Price, personaje extraño digno de la cofradía de guionistas de culto como Kauffman y de Cody Diablo. Zambra es un tipo con una gran intuición y en lo personal, agradable, por lo que amigos míos que lo conocen me han dicho.

Miguel Antonio

Anónimo dijo...

By the way, "cuando los pescados salen del agua".
grupobusetadepapel.blogspot.com/2008/
11/cuando-los-peces-salen-del-agua.html

Aguante la banda.

Miguel Antonio

Juan Fernando Andrade dijo...

hey

a los tiempos...

Gaby Alemán es mi amiga personal, una gran amiga. escribir sobre ella sería hacer trampa, xq no tengo sino cosas buenas q decir. no tengo distancia del objeto, digamos. pero q lo recomiendas, quién sabe, d pronto c hace algo.

María,

vivir, lo q c dice vivir, no. pero he pasado, a lo largo de mi vida, largas temporadas en USA, sobre todo en Manhattan. tu dónde vives? pronto iré unos días a Miami, creo, pero será algo breve.

no he visto Religulous, pero me da harta curiosidad, la voy a buscar. gracias x mencionarla.

MA

gracias x tus comentarios, y x hacer el aguante a Los Pescados en el blog. nos veremos en Gkill.

saludos a todos


jfa

Anónimo dijo...

Vendiste muy bien los libros de Zambra. Tus comentarios y los fragmentos del libro que pusiste, me llaman a leerlo. Suena interesante y atrapante.

Saludo

Florencia

Agore dijo...

Juan Fernando,

Yo estoy en Baltimore, Maryland. Estaras aunque en la misma costa pero todavia un poco lejos de aqui.

Yo sigo muy de cerca a Bill Maher, su programa "Real Time" es para mi una guia interesante para seguir a este pais.

De seguro cuando veas su documental, comentaras algo en tu blog, asi que estare esperando.

Saludos,

Maria.