El 27 de noviembre de 1978, Dan White, miembro del Board of Supervisors (en el Ecuador hablaríamos de concejales) de San Francisco, entró a la alcaldía de la ciudad y asesinó con un arma de fuego al alcalde George Moscone. Luego caminó por los pasillos rumbo a otra oficina que no era la suya. Iba más bien calmo, sereno, hasta saludó a un par de personas que le hicieron con la mano y devolvió cordiales sonrisas. Al llegar al despacho de Harvey Milk, su colega y el primer homosexual declarado en ser electo para un cargo público en los Estados Unidos, hizo lo mismo, apretó el gatillo. Harvey Milk recibió el primer impacto en la palma de su mano derecha. Fueron varios los disparos.
Treinta años más tarde, se estrena Milk, la película en que el director Gus Van Sant cuenta la historia de un truly american hero. Si bien ese poema visual titulado Last Days estuvo dedicado a Kurt Cobain, llamarlo biopic (como se les dice a las películas-biografías) sería exagerar. Milk, en cambio, es una biopic a carta cabal y una muy buena: acertada, ilustrada, combativa y cariñosa. Empieza el día en que Harvey Milk cumple cuarenta años y se hace la pregunta de rigor, ¿qué he hecho con mi vida? Entonces Milk y su pareja (un eficiente James Franco) se mudan a San Francisco y montan un almacén de implementos fotográficos llamado Castro Camera. Pronto, el Castro Camera se convierte en una poderosa célula del movimiento gay. Gente de todas partes llega hasta ahí para vivir abiertamente su sexualidad y, obvio, más de un vecino se molesta con ese pecado.
Para contrarrestar a una sociedad opresora (y eso que la comunidad gay de San Francisco fue siempre sólida), Harvey Milk decide legalizar su lucha y postularse para el Board of Supervisors. En ese momento la historia, tanto como la película, ganan un empuje emocional impresionante. Cuando creemos que nada le puede salir mal al encantador Harvey, nos encontramos que tuvieron que pasar no una ni dos sino tres elecciones para que Milk llegara a tener voz en el corral de los poderosos. Allí dentro, en la selva, hombro a hombro con las bestias de traje y corbata, Harvey peleó para que, por ejemplo, nadie pueda ser echado de su trabajo por irse a la cama con quien le de la gana. Milk incitó a toda una generación a salir del closet porque “si ustedes salen del closet, ellos conocerán a uno de nosotros”, con esto, se refería a familias homofóbicas que muchas veces son parte de la comunidad gay sin saberlo. Otra obra de Milk fue obligar a los dueños de animales a recoger los desechos que sus mascotas dejan en la vía pública.
Harvey Milk es Sean Penn, sin duda, uno de los mejores Sean Penns que he tenido la fortuna de ver en pantalla grande, comparable al Sean Penn de Dead Man Walking, al de The Thin Red Line y al de Sweet And Lowdown. También, comparable al Phillip Seymour Hoffman de Capote.
Acaso esta es la película más “adulta” de Gus Van Sant, la que lo gradúa con honores en la academia de los grandes directores de la historia del cine. Mi única queja, es que hablando en porcentajes, pasamos muy poco tiempo con Dan White (un enérgico Josh Brolin), personaje que fácilmente podría valer otra película. Los abogados de White, alegaron que sufría de una pasajera demencia provocada por el exceso de comida chatarra en su organismo (esto es 100% real, si no me creen, go to google), y su condena fue de escasos dos años. Dan White se suicidó pocos años después de salir de prisión, no pudo consigo mismo, con eso en lo que se había transformado. Dan White era alcohólico y, según una corazonada de Harvey Milk, también era gay. Dan White es un personaje que sigue dando vueltas en mi cabeza, en una mano la botella casi vacía y en la otra un arma caliente.
12.09.2008
Milk
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4 comentarios:
Donde andas? La semana pasada se estrenó en LA y NYC...aún no llega donde yo estoy. Por el trailer puedo ver que Savides hizo maravillas de nuevo.
Ya viste el trailer de The Wrestler?
http://www.apple.com/trailers/
fox_searchlight/thewrestler/
Chuta, que bueno es saber toda la historia de una película que, igual, ya está contada y, nunca pasará por acá
q buenaso el blog!...te invitamos a ue visites el nuestro y nos digas que tal te pareciò: http://salvatajesenlatierradelcuy.blogspot.com
Juan Fernando:
Qué tal. Soy el pana que se acercó a saludarte al final de la charla de Lemebel (Gabriela Alemán), en la Fiesta del Libro. Afortunadamente la conocí en persona. Te molesto para ver si me puedes cruzar un mail tuyo para enviarte un par de cosas. Estudio periodismo, y una opinión sobre las cosas nunca está demás. Te dejo mi correo en tal caso:
oscarmv25@gmail.com
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