2.12.2009

Quiero dormir y no puedo.


Cada uno enfrenta los rompimientos amorosos como mejor puede. Ahora bien, es mucho más sencillo dejar que ser dejado. Dejar es, en el mejor de los casos, avanzar, librarse de sentimientos que te atan y te hunden para seguir con tu vida, seguro de haber tomado la decisión correcta. Ser dejado, en cambio, es atascarse, es el limbo, la nada, el chuchaqui después de la borrachera, el despertarse en una cama de hospital sin saber qué fue eso que te golpeó tan fuerte y no te mató de milagro. Ser dejado es horrible a menos que seas tú el que lo haya provocado porque no tuviste los huevos para dejar.

Algunos dejados corren al bar, toman todo lo que pueden y se tiran lo primero que encuentran. Algunos dejados lloran, patalean, gritan, compran todas las flores que no compraron durante años y no descansan hasta ser aceptados de vuelta. Algunos dejados se suicidan después de haber escrito una carta en la que aseguran no poder seguir viviendo sin quien los dejó colgados. Cada uno, cada uno. A Ben Willis lo dejan cuando atraviesa por su último año en la carrera de arte y aquello le produce insomnio crónico. De pronto, Ben cacha que su día tiene ocho horas más de lo acostumbrado y necesita hacer algo con todo ese tiempo que así, transcurriendo en vano, sólo le sirve para pensar en su ex. Entonces, toma un trabajo en el turno nocturno de un supermercado y, como estamos hablando de una película, una película llamada Cashback, la vida de Ben Willis tiene que cambiar.


Me gustan mucho las pelis cuyo narrador habla en off sobre las acciones (como en Forrest Gump o Benjamin Button, ¡ja!), no sé, las siento como más personales y directas, como que esa gente me habla a mí y sería de muy mala educación ignorarla. Cashback tiene voz en off y una muy buena. La primera escena es genial: música clásica, cámara lenta, la ex de Ben está furiosa, gritando como una loca, pero en vez de escuchar sus diálogos, escuchamos la voz calma y algo triste de Ben, que nos cuenta que se trata de su primera pelada de verdad y, por lo tanto, de su primer rompimiento de verdad. Gracias al tono de su voz y a que Ben no es un mariscal de campo sino más bien un tipo fresco, nos ponemos de su lado inmediatamente. Mucho más al enterarnos de que la perra de su ex ya está tirando con otro.



En el supermercado, mientras Ben se hace de nuevos amigos y, obvio, se fija en una nueva chica, pasan un par de cosas cinematográficamente notables. Cada empleado tiene su forma de lidiar con el tiempo, puede ser no mirando el reloj, jugándole bromas a los clientes o haciendo cualquier cosa menos trabajar (esta última no funciona, lo he intentado varias veces, en varios trabajos, y siempre falla). Por su parte, Ben le pone pausa al mundo. El supermercado se congela y Ben recorre los pasillos con su cuaderno de dibujo. El joven artista, que como cualquier ser medianamente inteligente está obsesionado con las formas femeninas, desnuda lentamente a las clientas (afortunadamente todas guapas) y las dibuja con una fidelidad espeluznante. Ben Willis dibuja muy bien y me atrevo a decir que un futuro brillante aguarda por él.



Cashback no es perfecta ni mucho menos. Al final, deja de ser ingeniosa y se resuelve de una manera convencional y más o menos tibia. Sin embargo, está llena de onda y de buenas intenciones. Ben Willis está construido de tal forma, que es imposible no preocuparse por él. Esto es algo muy difícil de lograr y que sucede mucho menos de lo que debería. Cuando un personaje nos toca, cuando le creemos, cuando queremos que le vaya bien porque se ha ganado nuestra confianza, ya no importa mucho si el final de la peli es sorpresivo e inesperado, esa peli tiene la pelea ganada. No la gana por KO, la gana por puntos, pero igual, se va a casa saboreando la victoria.


La alquilé en La Liebre Video Club: González Suárez # 822 (Quito, Ecuador)

7 comentarios:

Danielo dijo...

La leyenda urbana dice que si ves cashback, el que no puede dormir después eres tu. Duermes bien esta semana?

Chiry dijo...

Desde que vi Cashback no puedo dormir! jajaja..
creo que buscare un empleo nocturno.. pero la verdad es que de noche es como imposible dormir para mi desde mucho antes que viera la pelicula, creo que en la noche es cuando mejor fluyen los pensamientos.. En fin muy buena película y concuerdo con lo de las voz en off..

Anónimo dijo...

No la he visto y quiero verla. Llegue a tu Blog por el de Alberto Fuguet y me ha encantado.

Anónimo dijo...

A mí me pareció bien bacán la pelicula. La había visto en cartelera pero no me interesó mucho. Después de leer tu articulo, la alquilé y la ví. No estoy en nada decepcionado. Me siento totalmente identificado con el personaje.

Saludos y felicidades por el blog,

Juan

Elías Urdánigo dijo...

cuidado Andrade, cuidado te pasa lo que a Trevor Reznik, esperemos que el origen del insomnio sea el estrés, y no los esqueletos y las culpas. jaj!
abrazo, aguante con los zumos

elías

Juan Fernando Andrade dijo...

Aviles,

a veces duermo bien y a veces no tanto.

Chiry,

el insomnio es horrible y puede acabar contigo, pero también puede ser teerreno fértil.


Luisa,

soy fan d Alberto y estar en su blogroll es un honor, más si gente nueva conecta con este.

gracias x venir.


Juan,

gracias x tus palabras. Cashback no será la mejor película del mundo, pero tiene harta personalidad y eso importa mucho.


Viejo Bloque,

son los zumos los q me están volviendo loco!!


abrazo para todos

-José Antónimo- dijo...

Bien escogidas las fotos, man.

Saludos.