Mi posición acerca de los premios de la Academia es la misma desde hace años: están bien cuando ganan los que yo quiero que ganen y están mal cuando sucede lo contrario. Así de sencillo. Por eso es tan fácil y divertido hablar mal de los Oscars. Por eso, cuando hablamos de una película que nos gustó mucho y queremos dárnosla de cool-tos, no dudamos en decir cosas como “claro que la vi, esa peli es lo máximo, a Gordon Willis lo nominaron al Oscar por la fotografía, en los setentas, debió haber ganado, pero ya sabes que los Oscars son una mierda.”
No me importa cuán desprestigiados estén los Oscars, me gusta ver la ceremonia con mis panas y, sobre todo, me gusta ver las películas nominadas y hacer apuestas y hacer campaña por algunas de ellas. Hoy haré campaña por The Wrestler, el gran retorno de Mickey Rourke de la mano del director Darren Aronofsky (a quien alguna vez idolatramos por Requiem for a Dream). The Wrestler es todo, lo máximo, la verdad. Como ya deben saber, se trata de un luchador que fue grande en los ochenta y ahora, veinte años después, pelea en circuitos de cuarta y anda siempre con los bolsillos vacíos. Mickey Rourke, que tuvo Hollywood a sus pies y justo entonces decidió iniciar una errante y casi mortal carrera como púgil, es Randy “The Ram” Robinson, el luchador venido a menos. Cuando subió al estrado de los Globos de Oro para agradecer el premio a mejor actor que merecidamente se llevó, habló como los adictos recuperados, como los arrepentidos, como los que saben que la cagaron pero aún conservan dos cosas sin las cuales un hombre no es un hombre: su dignidad y su sentido del humor. Mickey Rourke le agradeció muy especial y cariñosamente a sus dos perros y a mí casi se me va una lágrima porque ese gesto evidenció como ningún otro su soledad.
Hay mucho en común entre Randy “The Ram” Robinson y Mickey Rourke: ambos lo tuvieron todo y lo dejaron escapar, despilfarraron su dinero, quemaron sus neuronas y despertaron un día siendo sólo las sobras de lo que algún día fueron. The Wrestler me impresionó por muchas cosas, el manejo de la cámara y la fotografía construyen un ambiente documental cargado de intimidad, las locaciones están muy bien escogidas y le dan a la peli un universo tangible. Pero lo realmente deslumbrante está en el guión escrito por Robert D. Siegel, en las reacciones y en las palabras que salen de la boca de The Ram Robinson. Recuerden que hablamos de un luchador al que han golpeado un millón de veces en la cabeza, que bebe cada vez que puede, que jala coca como si nada y que se inyecta un montón de cosas para inflar sus músculos. O sea, hablamos de un tipo disminuido que a simple vista no pasa de ser un grandulón tonto y decadente.
No me importa cuán desprestigiados estén los Oscars, me gusta ver la ceremonia con mis panas y, sobre todo, me gusta ver las películas nominadas y hacer apuestas y hacer campaña por algunas de ellas. Hoy haré campaña por The Wrestler, el gran retorno de Mickey Rourke de la mano del director Darren Aronofsky (a quien alguna vez idolatramos por Requiem for a Dream). The Wrestler es todo, lo máximo, la verdad. Como ya deben saber, se trata de un luchador que fue grande en los ochenta y ahora, veinte años después, pelea en circuitos de cuarta y anda siempre con los bolsillos vacíos. Mickey Rourke, que tuvo Hollywood a sus pies y justo entonces decidió iniciar una errante y casi mortal carrera como púgil, es Randy “The Ram” Robinson, el luchador venido a menos. Cuando subió al estrado de los Globos de Oro para agradecer el premio a mejor actor que merecidamente se llevó, habló como los adictos recuperados, como los arrepentidos, como los que saben que la cagaron pero aún conservan dos cosas sin las cuales un hombre no es un hombre: su dignidad y su sentido del humor. Mickey Rourke le agradeció muy especial y cariñosamente a sus dos perros y a mí casi se me va una lágrima porque ese gesto evidenció como ningún otro su soledad.
Hay mucho en común entre Randy “The Ram” Robinson y Mickey Rourke: ambos lo tuvieron todo y lo dejaron escapar, despilfarraron su dinero, quemaron sus neuronas y despertaron un día siendo sólo las sobras de lo que algún día fueron. The Wrestler me impresionó por muchas cosas, el manejo de la cámara y la fotografía construyen un ambiente documental cargado de intimidad, las locaciones están muy bien escogidas y le dan a la peli un universo tangible. Pero lo realmente deslumbrante está en el guión escrito por Robert D. Siegel, en las reacciones y en las palabras que salen de la boca de The Ram Robinson. Recuerden que hablamos de un luchador al que han golpeado un millón de veces en la cabeza, que bebe cada vez que puede, que jala coca como si nada y que se inyecta un montón de cosas para inflar sus músculos. O sea, hablamos de un tipo disminuido que a simple vista no pasa de ser un grandulón tonto y decadente.
La gran pelea de The Ram Robinson es, como todas las batallas épicas en la historia del mundo, contra sí mismo, contra sus limitaciones, contra un pasado que lo obliga a ajustar cuentas, contra creer que uno será joven para siempre y pude darse duro sin hacerse daño. ¿Qué haces cuando ya no puedes hacer eso para lo único que eres bueno? Te sientas en la casa a ver tele, te deprimes, te bajoneas y piensas que todo se vino abajo sin remedio. Luego, tal vez, intentas irte por otro camino, empezar de nuevo, partir desde cero, hasta que te das cuenta de que estás muy dañado para funcionar en una realidad que no sea la que te transformó en lo que eres. Ese es Randy “The Ram” Robinson y ese es también Mickey Rourke. Para Randy ya no hay salida, está jodido y lo único que le queda es desvanecerse mientras brinda el mejor show de su vida. Para Mickey Rourke este puede ser el comienzo, un nuevo comienzo, esa segunda oportunidad con la que sólo algunos son bendecidos. Si el próximo domingo 22 de febrero le dan el Oscar a mejor actor, se habrá hecho justicia.
La conseguí en un local sin nombre, en la Portugal y Shyris, al lado de una frutería (Quito, Ecuador).
10 comentarios:
chucha Andrade se ve que la peli te conmovió, un post subrayable, again. lo de siempre, inyectas las ganas de verla con suma atención.
este fragmento brilla como el plancton en la noche: ¿Qué haces cuando ya no puedes hacer eso para lo único que eres bueno? Te sientas en la casa a ver tele, te deprimes, te bajoneas y piensas que todo se vino abajo sin remedio. Luego, tal vez, intentas irte por otro camino, empezar de nuevo, partir desde cero, hasta que te das cuenta de que estás muy dañado para funcionar en una realidad que no sea la que te transformó en lo que eres.
Me estremeció leer tus comentarios sobre la película. Creo que la historia de decadencia y segunda oportunidad (a.k.a. resurección) nos toca la fibra a todos.
Voy a ir corriendo a comprarla.
Había comprado la película en el mismo local que tú (son mis vecinos) y por alguna extraña razón no la he visto, apenas tenga tiempo la veré.
Por cierto, me gustaría saber si ya viste El Lector, y saber que opinas.
Siempre es un gusto leer tus comentarios.
Un beso grande
De acuerdo en esta. Rourke o Penn deben llevarse la estatua a la casa este año. Lo de Aranofsky es bacán, esta es para mi su mejor peli. Me gusto mucho además lo que hizo Marysse Alberti, filmando en super 16mm. Y la canción de Springsteen al final es el encore perfecto.
La Perla de la peli, este dialogo:
Randy 'The Ram' Robinson: Goddamn they don't make em' like they used to.
Cassidy: Fuckin' 80's man, best shit ever !
Randy 'The Ram' Robinson: Then that Cobain pussy had to come around & ruin it all.
Cassidy: Like theres something wrong, why not just have a good time?
Randy 'The Ram' Robinson: I'll tell you somethin', I hate the fuckin' 90's.
La gente de los 80's tambien tiene su corazon...digamos
Yo la vi. Me encanto. Y ame a este hombre de belleza descomunal alla por los años en que hizo 9 semanas y media... La pelicula es conmovedora. A mi me hizo llorar. Saludos.
personal,
gracias x sus comentarios. parece q todos, absolutamente todos, conectamos con The Wrestler.
hagamos fuerzas para q este domingo Mickey Rourke c lleve la estatuilla dorada.
abrazos
Me gustó muchísimo esta película, fui sin muchas expectativas al cine y realmente me sorprendió. Y no por la historia (que como ya dijeron en muchos lugares fue mil veces contada) sino por la forma con la que Aronofsky la cuenta.
Cómo estarán despretigiados los Oscar si ni siquiera está nominada como mejor película (siendo, por lejos, la mejor de todas que se nombran estos días).
Saludos.
Peliculón, es todo. De lo mejor de Aronofsky, casi al nivel de Requiem, aunque Requiem me sigue impresionando más que The Wrestler...
De todas formas, The Wrestler quedará en la historia.
Y la música, excelente.
Acaso será un tributo a Axl Rose? Recordemos que en los créditos le agradecen, y recordemos que Axl Rose, como nuestro luchador, vive ahora del pasado, y está mal mal...
Enfin, ya me dirán
Saludos
Esta historia se asemeja mucho a la vida real de un ex luchador o bueno luchador vigente Jake "the snake" roberts, hace algun tiempo pasaron por tlesistema a las 11 de la noche un documental sobre la vida de los luchadores tras las cámaras, muy interesante y la que realmente me impactó fue la de este luchador que meciono ojala la puedan ver.
hola juan fernando, quiero comunicarme contigo, puedes mandarme tu email para escribirte?
gracias y felicitaciones por tu blog, está buenísimo...
desde lima, perú
Paloma
paloma80@yahoo.com
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