Todos o casi todos los que nos metimos en esto, queremos-quisimos-querremos-deberíamos ser, aunque sea durante días u horas, como el Dr. Hunter Stockton Thompson, inventor del periodismo gonzo. La definición del estilo gonzo podría ser más o menos esta: mezcla de ficción y no ficción donde el autor es siempre el personaje principal y no habla de nada a menos que lo haya experimentado. El gran público (me incluyo), por lo menos en Latinoamérica, conoció al Dr. Thompson gracias a “Fear and Loathing in Las Vegas”, la arriesgada película de Terry Gilliam basada en el libro homónimo del Dr. Así es, la peli, aunque a algunos les parezca imposible, viene de un libro, que empieza así:
We were somewhere around Barstow on the edge of the desert when the drugs began to take hold. I remember saying something like “I feel a bit lightheaded; maybe you should drive…” And suddenly there was a terrible roar all around us and the sky was full of what looked like huge bats, all swooping and screeching and diving around the car, which was going about a hundred miles an hour with the top down to Las Vegas. And a voice was screaming “Holy Jesus! What are these goddamn animals?”
Fear and Loathing… es una peli difícil de ver, si bien encanta y engancha, también marea y en algún punto uno lo que quiere es que Jhonny Depp deje de meter y se porte serio. Con el libro pasa lo mismo. Pero es que el Dr. T era una persona difícil y, aunque escribía en serio sobre temas serios, lo que menos quería era portarse serio. Todo esto queda claro en Gonzo: The life and work of Dr. Hunter S. Thompson, un documental bien estructurado que separa a la persona del mito y propone un acercamiento a la verdad.
El primer trabajo periodístico del Dr. T fue en la base militar de Eglin, Florida, donde cumplía con el servicio militar y escribía en la sección deportiva del The Comand Courier, el diario interno. Luego se fue a Nueva York y tomó cursos de escritura creativa en la prestigiosa universidad de Columbia. Mientras estudiaba, trabajaba como copiador para la revista Time donde, en sus ratos libres, se dedicó a transcribir, una y otra vez, con el afán de aprender ritmo y poesía, The Great Gatsby, el clásico de F. Scott Fitzgerald. Fitzgerald era el ídolo del Dr. T quien, de hecho, bautizó a su único hijo Juan Fitzgerald Thompson.
Tras un par de años viviendo en el Caribe y vagando por Latinoamérica como corresponsal freelance de varios medios, Dr. T vuelve a USA y se clava un año a vivir con los Hell’s Angels, la célebre y temida banda de motociclistas. De ahí salen una serie de exitosos artículos y, finalmente, un libro que a pesar de costarle una paliza (los HA se cabrearon cuando supieron que Dr. T estaba haciendo dinero con lo que escribía sobre ello) lo hizo famoso en 1966. Aquí empieza el Dr. T escritor/rockstar, que dormía todo el día y cada vez que llegaba a en restaurante o a un bar pedía seis cervezas y tres margaritas para él solo.
En 1970, aprovechando su estatus de figura pública-polémica y en un despliegue del patriotismo que lo caracterizó, Dr. T se lanzó para Sherrif del condado de Pitkin, Colorado. Parte de sus ofrecimientos de campaña eran: ninguna droga que valga la pena tomar debe costar dinero y vamos a cambiar las calles por pasto, para que la gente pueda caminar. El Dr. T perdió, pero no por mucho, y en el docu hay una escena donde le dice a una cámara “Queda comprobado que Estados Unidos todavía no está listo para una elección honesta”.
Dr. T nunca escribió ni una letra sobrio y jamás cumplió con una fecha de cierre. La mayoría de sus trabajos fueron publicados en la Rolling Stone y sus editores aguardaban, siempre al borde de un ataque de nervios, porque sabían que cada crónica del Dr. T podía ser el plato fuerte de la revista o simplemente no llegar. El 20 de febrero de 2005, cuando escribía poco o nada, un Dr. T de 68 años, luego de pedirle a su segunda esposa que por favor volviera a la casa de la que había huido asustada, se voló los sesos con una de sus muchas armas. En Gonzo… sus amigos dicen que él se sabía acabado, es decir, que sabía que ya había escrito sus mejores libros y sus mejores artículos y que lo único que le quedaba era envejecer como cualquiera. Dr. T no quiso eso. Se fue a su estilo, estallando.
Acá va, en español, su nota de suicidio. Para más información, correr al dealer de confianza y pedirle Gonzo: The life and work of Dr. Hunter S. Thompson.
Estimados:
Creo que estoy hablando claro. Esto no es un paso atrás ni pisar mi otro pie. No, esto se trata de más. Muchos pensaran que soy un maniático drogadicto o un maldito copión al cual se le terminaron ya los minutos de fama. No, no es así. ¿Para qué servir a esta bella comunidad de inescrupulosos que no tienen nada mejor en sus vidas que fijarse en esta? Yo ya cumplí mi parte. Viví en los peores hoyos de la deformación humana durante algunos años. Cometí algunos errores (más de alguno los llamará crímenes), que fueron parte importante de mis llagas que aún no cicatrizaban. La verdad es que no me pueden pedir más. Quiero descansar. Quiero que el humo de mi cigarro deje de molestarme en los ojos para no encenderlo más. Quiero pensar que todo esto de alguna manera valió la pena. No es por nada pero mi vida es una puta mierda. Así de simple. En el submundo de mis amigas drogas fui un ganador. El de los muertos vivos realmente no lo entiendo. No entiendo la forma de cómo se hacen las cosas que para bien o para mal, siempre te terminan jodiendo. Yo tomé el camino difícil. Ese en el cual las reglas no importan porque realmente no existen. ¿Qué pueden esperar de mí? Casi la mitad de mi vida la pasé tras las rejas, vi como mis colegas vendían sus culos por un par de dólares, como los cuerpos mutilados rodeaban las calles de Camboya y las mujeres se tiraban encima por un par de monedas. Eso es lo que vi y escribí. Lo único que pude retratar de esa realidad con la sangre de mis venas, con las pocas neuronas que no tenía atrofiadas para ver si alguien reaccionaba. Pero fallé. No aguanto más. No quiero que me recuerden como un maldito copión de Hemingway por volarme los sesos o me comparen con el beodo de Bukowsky. No, yo soy Mr. Gonzo. Lo siento, los tengo que dejar. No les pido que me recuerden. Pero alguna vez enciendan un cigarrillo por mí y piensen como lo hice yo. Sin mirar atrás...
Tengo que descansar...
Respirar profundo...
Cerrar los ojos...
Hunter S. Thompson
10 comentarios:
No hacemos los go go go gonzos entonces
como dice Nelson, si tienes tele ahí te ves
abrazo
Ya salio el box set de los tapes de Hunter S. Thompson (que en realidad son 5 discos). El man no tomaba apuntes sino que grababa su voz, y ese material ya esta a la venta. Amazon los tiene, estan medio caros, pero como tienes para el home theatre de 3 lucas...cincuenta dolares mas...
viejo Bloque
el Gonzo es la única manera.
Avilés,
NO TENGO LAS TRES LUCAS... pero d ley, voy por los Gonzo tapes.
abrazos
Tienes la carta de Thompson en inglés? Sólo encuentro la de Football Season is Over: No more Games. No more Bombs...
Holsten,
no encuentro la carta en inglés. en caso d hacerlo, la subiré d una. tu tambíén, si la encuentras, crúzala, xfa. gracias
salu2
vas citando demasiadas cartas de suicidio, ya me estoy empezando a preocupar po tí mi amigo
estimado Anónimo,
nada d q preocuparse. solo un par d amables/agridulces/ejemplares coincidencias. como escribí en un post anterior: yo no me quiero matar. así q tranqui.
en todo caso, t agradezco mucho q le hayas dado seguimiento al caso.
saludes
Pick Up no se si ya lo viste, el documental se llama BUY A TICKET, TAKE THE RIDE>>> Es muy bacan , sobre la vida de Hunter S Thompson y el Gonzo Style narrado por NICK NOLTE, si quieres llama y te presto.
Un abrazo
Pick up no se si viste el documental BUY A TICKET, TAKE A RIDE. Sobre Hunter S Thompson y el Gonzo reportage. Es muy bacan, si quieres llama y te presto.
UN ABRAZO
Simon B
Flaco!!
d uan. cruza esa locura.
abrazos
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