7.13.2008

Yo quiero mi Slow Live.


Son los últimos minutos de este domingo frío que he tratado de estirar más de la cuenta. Estoy empezando a sentir el famoso Monday’s Blue, es decir, esa tristeza adjunta al comienzo de cada semana. Tal vez sea cosa de la edad. En las postrimerías de los veinte, todavía, como cuando era un niño, les tengo mala onda a los lunes, me cargan, me caen mal. No estoy triste. De pronto la semana pasada fue muy intensa y quién sabe si ésta que se viene se portará a la altura. De alguna forma cada domingo es un velorio, el entierro del tiempo que ya se fue y nos dejó acá, botados.

Todos los domingos, pienso en el tiempo que me falta, en los libros no leídos, en las películas no vistas, en las canciones no escuchadas, en todo eso que le da sentido a la vida y de lo que uno, a veces, con frecuencia, se olvida. Qué pecado. Pienso en que el simple hecho de tener que hacer cosas es un defecto de esta existencia material nuestra. Qué bueno sería poder decidir y decir no, hoy no me levanto, hoy me despierto tarde y desayuno en la cama viendo pelis y luego me baño y de ahí me pongo a leer y por la noche escribo y termino el día con una copa. A qué lugar perverso del universo hemos venido a parar, donde las cosas más simples son las más complicadas, donde con tal de no vaciar la cuenta de ahorro dejamos que el tiempo se escurra como en la delgada cintura de un reloj de arena. ¿Se dan cuenta?, de esto se trata el Monday’s Blue. Por suerte, aunque vuelva, es una sensación que se va.

Hace poco terminé de leer Drown (que se tradujo al español bajo el título “Negocios”), el libro de cuentos de un dominicano radicado en Estados Unidos, que no ha escrito sino dos libros, y según Time es el mejor escritor norteamericano vivo y acaba de ganar el premio Pulitzer de ficción con su novela The Brief and Wondrous Life of Oscar Wao (traducida como “La maravillosa vida breve de Oscar Wao”). El hombre se llama Junot Díaz y no sé lo suficiente como para estar de acuerdo con la revista Time, pero de escribir, sí que escribe, muy bien, de qué forma, como los grandes.

Leyendo cosas sobre Díaz, me encuentro con una pequeña entrevista que le dio a diario El País, de España, donde habla sobre el movimiento “Slow Live” (que podría ser Vida Lenta o Vive Despacio o simplemente Aguanta un chance, broder) y descubro una causa a la que pienso entregarme como los fieles se entregan a la búsqueda de la vida eterna. “Slow Live” no significa otra cosa que vivir mejor, embragando, mirando por la ventana, con más tiempo para leer, por ejemplo. La “Slow Live”, como la entiendo, significa darse tiempo para uno y compartir ese tiempo con los demás (cuando estás a full, tienes que pensar en este tipo de cosas), aprovechar esta vida breve en vez de complicarla matándose con otros para llenar una cuenta bancaria. Díaz se ha ganado la simpatía de todos porque además de escribir como escribe, es un nerd, un geek, un enfermito que sabe cosas cool y baila y goza y fuma hierba. O sea, es un artista de verdad. No simplemente un buen escritor, que sería lo fácil.



Jnot Díaz en El País:



Siempre he creído que un artista es quien pone el arte, más que en su trabajo, en su vida, en llevarse bien con sus amigos, con sus mujeres, con sus hombres, con su familia, el que se da tiempo para viajar, para irse de juerga, para criar a sus hijos y enamorar a su pareja todos los días de su vida, el que, básicamente, le cae bien a otra gente. Lo más difícil para un ser humano, creo, es llegar a ser una persona agradable, por eso estamos como estamos. La obra maestra de un artista de verdad es una vida plena. Ni más, ni menos.

Acá cosas que subrayé del Drown:

I was the one who was always in trouble with my dad. It was like my God-given duty to piss him off, to do everything the way he hated.

We drove the rest of the way to the Bronx in silence. We only stopped once, so I could brush my teeth. Mami had brought along my toothbrush and a tube of toothpaste and while every car known to man sped by us she stood outside with me so I wouldn’t feel alone.


She once tried to jam a pen in my thigh, but that was the night I punched her chest black-and-blue so I don’t think it counts.

When I’m fifty this is how I’ll remember my friends: tired and yellow and drunk.

I still love you, she said and I was embarrassed for the two of us, the way I’m embarrassed at those afternoon talk shows where broken couples and unhappy families let their hearts hang out.

Tell her that you love her hair, that you love her skin, her lips, because, in truth, you love them more than you love your own. She’ll say, I like Spanish guys, and even though you’ve never been to Spain, say, I like you. You’ll sound smooth.

He knew the rule: Strange is the woman who goes strange places with a complete stranger.

In the end, he never visited us. If Mami heard from her friends that he was in the city, with his other wife, she never told us about it. His absence was a seamless thing to me. And if a strange man approached me during my play and stared down at me and my brother, perhaps asking our names, I don’t remember it now.


Para terminar, esta corta entrevista, dividida en dos segmentos de tres minutos cada uno, en la que Díaz habla sobre Oscar Wao. Voy a inaugurar mi “Slow Life” leyendo esta novela que promete mucho, lo promete todo.




6 comentarios:

Eduardo Varas C dijo...

Como dijo en su momento Thom Yorke, loco: "Hey man, slow down, slow down/ Idiot, slow down, slow down"... La mejor frase para cerrar y abrir una etapa de tecnología pura... de poco tiempo. Por eso es el mejor cierre de un álbum llamado "Ok Computer".

Abrazos

Anónimo dijo...

odio los lunes!
pero para calmar mi odio, le robo minutos a la vida misma y hago el amor con mi letras vagabundas, cada lunes... durante el almuerzo...

Danielo dijo...

Vi a Junot Diaz en el show de Stephen Colbert ( que debe ser el mejor noticiero que he visto en mi vida, junto con el de John Stewart) hace un mes cuando gano el Pulitzer, me parecio un hombre muy relajado, con cero pose, sencillo y sobre todo, algo que me gustó mucho es que no se tomaba en serio, se rie de si mismo. Creo que el "slow life" del que hablas tiene que ver con eso también en cierto modo, con como se ve uno.
Buen post, llega en buen momento.

Si alguien quiere ver la entrevista de Colbert a Diaz, aqui el link

http://www.comedycentral.com/
colbertreport/full-episodes/
index.jhtml?episodeId=173609

Eso,

Anónimo dijo...

Me sumo al grupo de gente que odia el lunes. Lunes como sinonimo de rutina, de enchufarse a 220 oblgadamente y tener que darle para adelante con la unica motivación de que solo faltan cinco días para el proximo fin de semana.

Juan Fernando Andrade dijo...

personal,

ayer fue lunes y no trabajé, o x lo menos no fui a la oficina. y me sentí feliz, haciéndole trampa al sistema... pensando en uds... en q algún día compartiremos un lunes free... aunque sea a la distancia.

Cristina Rueda dijo...

Nuestro proyecto Slow Life www.conjuntoresidencialsostenible.blogspot.com