A veces, la vida te premia. Poco importa si esos premios llegan tarde, muy tarde, o si de plano no te los mereces. Lo cierto es que llegan, a veces, y hay que disfrutarlos. Empieza el festival de cine iberoamericano Cero Latitud, made in Ecuador, un festival que ha pecado muchas veces, trayendo más películas de lo necesario y presentando lo impresentable, pero que le ha apostado al Ecuador, algo nada fácil, algo que se agradece. Los festivales de cine, ya lo sabemos, son tramposos y suelen calificar las películas desde los parámetros equivocados, pero también son un chance, una oportunidad de ver, ver y ver, que es, al final, lo que importa.
Este año, el presidente del jurado será Alberto Fuguet, escritor y cineasta chileno de quien ya he hablado en este blog. Fuguet, lo he dicho en repetidas ocasiones, es uno de mis escritores favoritos porque, según yo, él y yo vivimos en el mismo mundo, o sea, cuando leo sus historias, siento que conozco a los personajes, que tengo amigos así y que soy un poco así, como la gente que puebla el planeta Fuguet. Así que no podría estar más contento. Además, los amigos del Cero Latitud me han pedido que le de una mano a Fuguet este domingo 12 en una lección de cine. Será en el Ocho y Medio de la Floresta, a las 10h00 am. Lo sé. Un horario terrible, por domingo y por feriado, aun no entiendo bien porqué los organizadores del festival decidieron ese día y esa hora, pero así es. Para los que estén aquí (Quito), y anden interesados en el cine, es una gran oportunidad. He conversado con Fuguet y quedamos en que la lección será más o menos así: proyección de sus cortos, video clips dirigidos por él y escenas de sus películas. Luego, diálogo, ojalá mucho, con el público, la discusión será “Cómo se hace el cine de guerrilla”, es decir, cómo se hace cine con poca plata, después de todo, Fuguet hizo su último corto con una cámara de fotos marca Lumix. Por el lado literario, vía Santillana, o sea Alfaguara, Fuguet estará presentado sus libros más recientes, “Apuntes Autistas” y la novela gráfica “Road Story”, el jueves 16, a las 19h00, en la librería Librimundi de la Juan León Mera. También voy yo, ahí sí, a presentarlo “formalmente” y hablar de sus libros. Raro. Como que esos escritores a los que uno lee, re lee, subraya, celebra y cita, no son de verdad, son como seres lejanos que viven muy aparte, que mantienen su distancia, y así están bien. Ahora, con estos encuentros cercanos programados para los próximos días, siento que la vida real si puede superar a la ficción.
Este domingo, a las 10h00, en el Ocho y Medio, lección de cine con Alberto Fuguet. Nos vemos allí.
Si quieren el itinerario de las “actividades académicas” de Fuguet, acá está el Link enviado por Cero Latitud.
http://eventosacademicoscerolatitud.blogspot.com/2008/09/proyeccin-foro-con-alberto-fuguet.html
Ahora sí, la primicia rockera. Después de meses y meses de arreglos en post producción, ve la luz “Reina”, el primer video clip propiamente dicho de una banda de rock manabita llamada Los Pescados. El director del video es el gran Iván Mora Manzano, y el director de foto, el gran Simón Brauer. El video se rodó enteramente en el estudio fotográfico de Neurona Digital, el nombre institucional de los fotógrafos Simón Brauer y Lorena Cordero, ubicado en pleno centro de Quito. Es, según su director, un video cubista enfocado en potenciar el performance de la banda.
Lo hicimos durante un sábado eterno y desgastante, en el que tocamos (como se toca en los videos) “Reina” no sé cuántas veces, hasta quedar agotados, sudados y medio ebrios. Hacer un video clip es mucho más difícil de lo que parece, y eso que éste fue todo en un a sola locación, pero la carga se aligera cuando trabajas con amigos, y así lo hicimos, with a little help from my friends. Así que agradezco públicamente, además de los ya mencionados Iván, Simón y Lorena, a Carlos Andrés Vera, que nos prestó la cámara, a Marisol “Sunshie” de Otero, que nos maquilló para que no saliéramos con las caras grasientas, a María Elisa Vásquez, que hizo el catering y es una chef manabita sin parangón, a María Fernanda Restrepo, que fue asistente de cámara, y a todos los que esa tarde pasaron por ahí a darnos ánimo.
Acá está, finalmente. Enjoy.