9.29.2008

Los que se van y los que se quedan.


Difícil esto de ver cómo se van los grandes. El sábado le tocó a Paul Newman, por suerte le tocó tranquilo, en su casa, rodeado de su familia, en paz. De inmediato uno piensa en las películas, en los ratos que compartió y seguirá compartiendo con Newman. Pienso sobre todo en Butch Cassidy and the Sundance Kid, The Color of Money y Road to Perdition, tres cintas que me gustaron mucho y a las que a menudo vuelvo, buscando referencias, tratando de asimilar las atmósferas, el feeling, queriendo copiar sin copiar. Newman escogió bien sus papeles, todos o casi todos dejan ver a una estrella que no se perdió en el estrellato, que brilló por las razones correctas.



No voy a explayarme en el tema Newman porque otros ya lo han hecho y lo han hecho bien, con cariño, profesionalismo y conocimiento de causa. Los diarios nacionales, como de costumbre, se han dedicado a publicar reseñas de su vida, mencionar sus premios, sus matrimonios, su afición por los autos de carrera, su época de fumador empedernido y su lado filántropo. Me da lástima que en el Ecuador gran parte de la prensa siga siendo eso: cápsulas de información disfrazadas de notas periodísticas. Como que ninguno de los redactores de los principales periódicos del país, conocía de verdad a Newman. Esto no significa que hay que ser biógrafo autorizado para escribir media página, pero de pronto sería bueno encargarle el tema a una persona que por lo menos haya visto una o dos cintas y se haya emocionado con ellas. Esto pasa mucho, tal vez demasiado. La gente me dice que los periódicos no están para eso, que ellos informan y ya, que no se pueden poner a escribir poesía cuando tienen que cerrar una edición diaria. No creo. Es cierto que en una revista o en un blog uno puede expresarse más cómodamente y, en ciertos casos, con mayor libertad, pero aquello no quiere decir que los diarios tengan simplemente que cumplir. Me ha tocado presenciar y ser víctima de entrevistas en las que el entrevistador (desde estudiantes de facultades de periodismo hasta periodistas en ejercicio) sabe poco o nada del entrevistado. Entonces siento que estamos en malas manos, que los periódicos son autos conducidos por gente que apenas conoce las bases, que no podría librarnos de una emergencia con una asombrosa maniobra.



Hace años, un buen amigo que ya tiene hartas horas de vuelo me dijo “lo único que no quiero perder, es la capacidad de sorprenderme a mí mismo” Cierto, muy cierto, extremadamente cierto. Si cada día descubres que eres capaz de algo que pensabas no imposible, pero sí lejano y difícil, ya tienes una vida que vale la pena vivir (desde alcanzar la perfección en Guitar Hero hasta llevarte bien con tus viejos). Tal vez Newman siempre lo supo, y por eso escogió las películas que escogió. Pudo ser el galán de ojos azules que encanta a las mujeres y nunca pierde, pero no, se metió en problemas y varias veces hizo del tipo desubicado que no encuentra su esquina en esta sociedad. Y claro, todos nos andamos buscando. Mal que mal, si uno de veras quiere tener una existencia que le pertenezca, tiene que inventársela. Puedo concebir que alguien se pase tres días despierto, metiendo, probando, descubriendo, de pronto perdiendo el tiempo. Lo que no puedo concebir es que el tiempo se escurra en colas para pagar la luz, el cable o el teléfono. Newman se fue, nosotros nos quedamos y tenemos que hacer el relevo. Como ningún molde nos calza, toca armar uno a la medida, custom made. Esa es la lucha, creo.

7 comentarios:

Elías Urdánigo dijo...

De dónde sacas esas metáforas loco.
A veces pienso que la buena literatura son un par de metáforas y ya. La ballena de Melville, la cucaracha de Kafka, los tipos extraviados de Fuguet, etc.
Estoy leyendo una novela, Northline se llama de Willy Vlautin, donde Paul Newman es un personaje, uno que ayuda a la protagonista en momentos de quiebre, ella se imagina que él habla con ella, Paul le da siempre buenos consejos, Paul es la metáfora de la conciencia, supongo. Todo para decir que el post está acertado, lúcido, conectable, subrayable, y bien, y eso

Anónimo dijo...

¿En qué película es que el man se come un pocotón de huevos duros?

Esda escena es una de mis favoritas.

Conectado el post, primo. Esa es la lucha, chucha, sin duda alguna.

andrés crespo

Anónimo dijo...

Con la muerte de Paul Newman comienza a cerrarse la edad en que el cine estaba animado también por sus grandes interpretes. Oscar Portela

PAUL NEWMAN: LA LEYENDA DE UN INDOMESTICABLE

POR OSCAR PORTELA

Carecía de la soberbia capacidad histriónica de Marlon Brando y esa luz que emana de un carisma que no viene de ninguna escuela de arte interpretativo.

Al mísmo tiempo carecía de la sutil inteligencia que poseía Montgomery Clift para dar características a las almas torturadas y las psicologías más complejas. Carecía del ángel y la belleza áspera de James Dean.

Pero en porciúnculas racionales poseía en si los tres atributos de sus compañeros del actor estudio.

Fue hermoso dicen pero también lo fue tres décadas antes Robert Taylor.

¿Y?

La fealdad de Ernest Borgnine le sirvió a este para llevarse un Óscar como primer actor en “Marty”.

Un verdadero interprete sabe ser feo cuando quiere y bello cuando lo necesita. Así son las cosas.

Así lo hicieron intérpretes como Laurence Olivier y Mis Bette Davis a sus modos por supuesto.

Pero Paul era en esencia un minimalista de la interpretación. En algún extraño sentido practicaba lo que el Actor Studio no enseñaba.

La sabiduría que tuvieron los Spencer Tracy y los Henry Fonda en otras décadas.

Decir lo más con poca cosa. Así, ésta leyenda que se va – icono de lo que debe ser un actor- pudo mostrar en un thriller como dar cuerpo y verdad a una historia y un guión como el de “Camino a la Perdición” de Sam Méndez , en la que permitió a su “oponente” alzar el nivel de su cota interpretativa.

Vaya con estos “mitos” que son seres casi únicos y extraordinarios como Paul Newman que hizo poco cine para haber estado tanto tiempo en la cima de los intocables de Hollywood.

¿Pero para que más?

Bastarían sus interpretaciones de “beautiful boy ” en “La gata sobre el Tejado de Zinc caliente” dirigida por el siempre eficaz Richard Broocks, o su estilo interpretativo, en el gran melodrama “Dulce pájaro de Juventud” – también dirigida por Brocks – y segundo contacto suyo con la obra de Tennessee Williams, - donde daba réplica a la soberbia Geraldine Page - para acotar el período en que su ojos azules causaron desmayos en la platea femenina.

En su corta filmografía hay mucho material de desecho. Pero mucha perla. Su mejor actuación para mí: el de abogado vencido y vencedor, alcohólico y superado, de “El Veredicto” de Sidney Lumet.

Y luego la bellísima “La leyenda del indomable”, de Stuart Rozemberg– un western lírico con una estupenda actuación y una efectiva dirección.

Por cualquiera de estos films pudo obtener un Óscar. Pero se lo dieron por la mediocre “El Color del Dinero” de Martín Scorsesse, y hacer taquilla con “Butch Cassidy” de George Roy Hill para abultar un poco sus desguazados bolsillos.

No olvidar por supuesto su colaboración con el loco de John Houston en “El juez de la Horca” o “El Hombre de Mac Kintosh” y olvidemos pues olvidada está su colaboración con Alfred Hitchcock en “Cortina Rasgada”.

Mientras podemos recordar su melancólica y otoñal interpretación de “Mrs. Bridges” guiado por Ivory y sus colaboraciones con Bénton.

Lo que parece haber olvidado todo el mundo a la hora de despedirlo es su magnifica “Rachel, Rachel” dirigiendo a su magistral esposa Joanne Woodward , y ese exquisito filme que nada debe envidiar al mejor Andrei Konchalovky, que es su adaptación de “El Zoo de Cristal” , filme que nadie vio y nadie premió, porque era un Newman demasiado intelectual y hacendoso.

Un paradigma difícil de repetir en nuestra época, el de Newman.

La leyenda de un indomesticable a todo esquema del “star sistem” y de los rostros que pasan como las hojas del otoño sin que luego nadie se acuerde de ellos.

Oscar Portela
2008-09-28

Corrientes Argentina

2002

Candidato
1994

Candidato
1993

Ganador
1986

Ganador
1985

Ganador
1982

Candidato
1981

Candidato
1968

Candidato
1967

Candidato
1963

Candidato
1961

Candidato
1958

Candidato

Año
Categoría
Película
Resultado
2006

Ganador
2003

Candidato
1984

Ganador

Author:
Oscar Portela

Raul Farias dijo...

Buen blog viejo:

Solo nos van quedando Pacino, De Niro, Peter O'Toole, Robert Redford y alguno mas que no recuerde de esas generaciones algo distantes.

De los diarios del pais, a veces uno siente que te estan dando las noticias desde otro planeta, como pequenos telegramas, nadie trata de conectarse con el evento o la persona que es noticia.

De ahi te invito a leer algo de David Forster, se suicido hace dos semanas, si no lo has leido vas a quedar perplejo. Es el mejor escritor de la generacion de los 90. No es que quiera hacer un ranking pero es el que mejor retrata a la sociedad actual.

Anónimo dijo...

"¿Todos somos islas?" "¿O somos archipiélagos?" "Capacidad de sorprenderse a si mismo"

Mi estimado Juan Fernando, de verdad que me han llamado la atención tus dos últimas entradas, porque si bien me han parecido de algún interés, las ideas que has querido enfatizar son tiro "El Mundo de Sofía" de 4to curso de colegio, y tiro Deepak Chopra.

Creo que Galápagos y Paul Newman merecían algo más.

Saludos,

Juan Fernando Andrade dijo...

personal

gracias x seguir viniendo. esta vez para rendirle tributo a Newman y hablar d otras cosas más o menos ad-hoc. metáforas, pues sí, la vida está llena d ellas, creo.

seguimos en la lucha.

abrazos

Anónimo dijo...

August Rusch el cine que debe verse

POR OSCAR PORTELA

Reparto
Freddie Highmore, Keri Russell, Jonathan Rhys Meyers, Terrence Howard, Robin Williams, William Sadler, Marian Seldes, Mykelti Williamson
Director
Kirsten Sheridan
Productor
Richard Lewis
Duración
01:40:00
Estreno
viernes 14 diciembre 2007
Género
Drama
País
EE.UU.
Distribuidora
Azeta Cinema


Y acá está el viejo Oscar Portela con algo más imágenes en el alma. Porque el cine verdadero suma de todas las artes, no se reduce a la imagen, ni a un estupendo guión, ni a maravillosas interpretaciones sino a la amalgama de todo esto y más porque el cine como la música, como la pintura, como el rostro de un estupendo actor- como quería Carl Th. Dreyer - debe ponernos en contacto con el alma de la cosas.

Es cierto que muchas veces y con razón estamos tentados de decir hasta aquí llegó el genero y con excepciones continúa: pero rompo este largo silencio para decirles que lo que en esencia es una comedia melodramática, se convierte en manos de su director Kirsten Sheridan, de quienes musicalizaron la cinta hasta convertir a la música como misterio de la relación entre los hombres y entre este y el cosmos en protagonista de la cinta, en apoteosis de buen cine.

Que dos jóvenes – tal vez en mejor actor joven de la actualidad – Jonathan Rhys-Meyers y la encantadora y estupenda actriz Keri Russell se enamoren al margen de los intereses de un padre de millonario no agrega ni quita a un guión.

Que el padre llegue a los extremos de inducir un aborto en su hija para evitar que esta se exponga su status al enamorarse de un talentoso cantante de rock - Meyer canta e interpretó a Presley en una cinta, poniendo en el guión un toque de inusitada crueldad, porque esta relación nace además del talento para la música clásica de Keller , hasta hacer de este vinculo el tema del filme.

El niño entregado a un orfanato sobrevive porque la música y su poder misterico lo convocan a ser un Orfeo de las grandes urbes de la actualidad: lo mas hondo del filme es la arraigada creencia del niño de que si seguía el poder de aquello que venía a el como don y gracia aquellos padres a quienes no conoció lo escucharían.

Robin Williams no se repite: es el perfecto tahúr a lo Dikens que explota a los niños de la calle – pero también el músico talentoso – e inescrupuloso que se apodera y cambia el falso nombre de este Mozart de la actualidad que combina los ritmos afro con las fugas de Bach con solo escuchar y entrar en contacto con los instrumentos que lo llevarían a la apoteosis final, en la que dirige una Sinfónica en un parque de NY.

Todo filmado con un ritmo vertiginoso en donde los raccontos se mezclan al vértigo de lo actual. Perfecto Terrence Howard – actor negro en asenso como el policía que sigue de cerca los acontecimientos ignorando quien es ese niño prodigio llamado “August Rusch” por el explotador para evitar que caiga en manos de la custodia estatal.

No diremos más, salvo que Freddie Highmore como el niño angélico es la epifanía de un actor.

Algo que ningún crítico podrá explicar hace de su rostro un paisaje en el cual la inocencia y la bondad permiten creer que el hombre no se a quedado sin mundo aún y que el arte donde crece el peligro es también el ámbito de lo salvador.

Aquello que puede salvarnos de lo inmundo reconduciéndonos a la madrugada del mundo.



(A Man of No Importance (1994)
The Killer Tongue (1996)
The Disappearance of Finbar (1996)
Michael Collins (1996)
Samson and Delilah (1996)
The Tribe (1996)
The Maker (1997)
Telling Lies in America (1997)
The Governess (1998)
Velvet Goldmine (1998)
The Loss of Sexual Innocence (1999)
B. Monkey (1999)
Ride with the Devil (1999)
Titus (1999)
Gormenghast (2000)
Prozac Nation (2002)
Tangled (2002)
Happy Now (2002)
The Magnificent Ambersons (2002)
Bend It Like Beckham (2002)
The Tesseract (2002)
Octane (2002)
I'll Sleep When I'm Dead (2003)
The Emperor's Wife (2003)
The Lion in Winter (2003)
Vanity Fair (2004)
Alejandro Magno (2004)
Elvis (2005)
Match Point (2005)
Mission: Impossible III (2006)
Vanidad (2006)
The Tudors (2007)
Brontë (2007)
August Rush El triunfo de un sueño (2007)
The Children of Huang Shi (2007)
Mandrake (2008)
Touissaint (2008)
Shelter (2009)