9.04.2008

Todos por Charly



El 9 de junio pasado, después de un concierto en Mendoza, Charly García desgarró dos habitaciones del Hotel Spa Solaz de los Andes, donde se hospedaban él y su equipo. La prensa dijo que tuvo un ataque de ira, producto del abuso de drogas y alcohol, y que incluso atacó a un miembro de su staff y se hizo daño a sí mismo. Todos lo vimos, atado a una camilla, boca abajo, sin camiseta, sin zapatos, sin lentes, la boca ensangrentada, sedado, como un animal salvaje cazado en plena selva de cemento. Yo lo vi en un canal nacional, en la sección de chismes de un noticiero, y no sé qué me dolió más, ver a un ser querido atrapado en el dolor, o que tratasen el tema como “la última locura de Charly García”, como si Charly fuera un simple drogadicto, sin saber que si Charly se va, el mundo perderá tanto como cuando se fue Mozart. Días después, empezó a circular en YouTube la escena en que los médicos lo dopan y lo amarran, imágenes de un celular que me hacen pensar que no todo debe verse, ni saberse, hay que poner límites. Charly echado en el piso de la habitación, “neutralizado para que no ataque a otras personas”, dice uno de los camilleros, mientras la única estrella de rock de Latinoamérica, con la dicción anestesiada, grita “hijos de puta, Hitlers, hijos de puta, fascistas de mierda”. Cada vez que pienso en ese momento, me apago.



Del hotel, en ambulancia, rodeado de cámaras y policías, lo trasladaron al Sanatorio Güemes, donde Charly pasó internado varios días, hasta que los médicos encargados de su caso le permitieron mudar la terapia a una casa de campo, la quinta de Ramón Bautista “Palito” Ortega, el músico sesentero. Ortega y García son amigos cercanos, íntimos, han grabado temas juntos en el estudio que Palito tiene en su quinta. Por unos días todo fue calma, sol, buenas noticias, se dijo que Charly había pedido una guitarra, que estaba componiendo y hasta grabando demos, sus próximas mejores canciones. Luego, el panorama cambió, que sí, que tenía días de creación y lucidez, pero también días en los que gritaba como loco, en los que se ponía violento, en los que el síndrome de abstinencia lo superaba y era capaz de matar por un trago y una línea. Finalmente, el caos, Charly volvió a perder el control en casa de Ortega y lo volvieron a encerrar, en la clínica neurosiquiátrica (acaso la forma diplomática de decir manicomio) Avril, del barrio Almagro, en Buenos Aires. Está en una habitación que da a la calle, las ventanas tienen barrotes, como en una prisión. Lo visitan ciertos familiares y amigos escogidos y permitidos por la ley, Palito Ortega, Nito Mestre, Pedro Aznar y León Gieco tuvieron que tramitar una autorización judicial para verlo.



La semana pasada, el martes 26 de agosto, sucedió algo maravilloso. Todo empezó en Internet, grupos de fans de García armando algo llamado el “musicazo”, la versión rock del famoso “cacerolazo” con que la Argentina entera reclamaba los delitos de sus políticos. Algo tan simple como esto: cuando den las 21h00, pones una canción de Charly, la que tu quieras, no importa dónde estés, puede ser en tu casa, en tu oficina, en tu auto, donde sea, la cosa es subir el volumen y abrir las ventanas, que el mundo sepa que esta noche TODOS POR CHARLY. La movida fue todo un éxito. Buenos Aires sonó a Charly García y los mas fans llegaron al pie de la habitación, con parlantes y guitarras, cantando “Cuando estés mal, cuando estés solo, cuando ya estés cansado de llorar. No te olvides de mí, porque sé, que te puedo estimular” y “Si estas palabras te pudieran dar fe, si esta armonía te ayudara a creer, yo sería, tan feliz, tan feliz, en el mundo, que moriría arrodillado a tus pies” y “Estamos, juntos, en la prisión”. El mismo Charly, dicen, tocó un par de sus canciones para los otros internos, y corrió la cortina de su ventana para saludar a la raza Say No More. Gente unida, gente luchando, aliados, militantes, cadenas de televisión, TODOS POR CHARLY, para decirle que lo esperamos, que rezamos por él, que sabemos que volverá pronto, con todo, a romperla, como siempre.



Aunque me enteré tarde muy tarde, me uno, me meto de cabeza, y todas las noches, a las 21h00, esté donde esté, así sea en el iPod, pondré algo de Charly hasta que se recupere. Se me hace que deberíamos hacer el musicazo ecuatoriano, una fiesta donde sólo se escuche a García en sus múltiples etapas. La grabamos, la ponemos en YouTube y que el mundo sepa que también en Ecuador, TODOS POR CHARLY.



9 comentarios:

El Morador del Sector dijo...

Me uno a la cruzada por Charly. Espero que pronto seamos más, pero recuerda que nuestra historia registra la infamia de haber encarcelado a Charly.

En el fallido concierto del 27 de diciembre de 2002, mientras Charly pateaba todo cuanto se le cruzara en su camino y la gente le lanzaba lo que tenía a la mano, él señalaba al público y decía: "están todos locos". Cuanta razón.

Cuentan que Charly dijo en algún momento que estuvo preso porque el Intendente de Policía que lo juzgó no sabía de rock.

Saludos,

Anónimo dijo...

Bueno, yo hice mi parte el 26, pero es simbolico.. No solo a las 21 hrs, cualquier momento es bueno para oir a Charly... Me puedo ir de largo diciendo q Charly es un Dios y bla bla bla , cosas q ya todos sabemos, pero todo se resume en una de tus frases:
"no sé qué me dolió más, ver a un ser querido atrapado en el dolor, o que tratasen el tema como “la última locura de Charly García”, como si Charly fuera un simple drogadicto"

En el concierto q dió en Quito, en aquel q canto x 3 horas, en el 2003 si no me equivoco, el grito de guerra era simple: "Charly no te mueras!!"

Hay q seguir con la consigna, no poemos perderlo!

Elías Urdánigo dijo...

Me quedó con esto: "...si Charly se va, el mundo perderá tanto como cuando se fue Mozart".
Para muchos, para millones, es así. Estamos con Charly. Aguante.

Anónimo dijo...

Como Argentina, estoy con Charly. Aguante Charly!!!
La verdad que duele ver así a nuestro héroe.
Y como dice naty, hay que seguir con la consigna, no podemos perderlo, no queremos perderlo.

Saludos

Eduardo Varas C dijo...

Como el maestro dice en uno de sus más grandes temas:

"Yo sé que soy imbancable.
Yo sé que no soy felz.
yo sé que soy un amable traidor,
pero alguien en el mundo piensa en mí".

Rest my case...

Juan Fernando Andrade dijo...

personal

este es el AGUANTE

aguante
aguante
aguante
aguante
aguante

SAY NO MORE

Anónimo dijo...

ok, el man es un genio musical. Pero la verdad me cabrea tanta mamadera de verga que le hacen.

En vez de hacer algo por el tipo aca en Ecuador, preocupemonos por nuestras bandas locales.

Aguante Pescados!



Jefferson Perez

VELARIÁ (Luis Patricio Vela Arias) dijo...

Charly!!!!carajo.
El man también me ha acompañado en mi prisión.
Como no bailar en la obscuridad mientras el maestro marca.
Como Federico, los grandes y su locura.
Saludos broderes.

Anónimo dijo...

Estuve pendiente el 26 todo el dia. A las 21h00 (19h00 de Ecuador) conecte mi ipod a los parlantes del auto y puse Rock n Roll Yo (tocaba esa) a todo volumen... la gente me miraba como loco.

MAs tarde busque la tele argentina para saber que habia pasado alla... ahi vi a Charly asomarse unos segundos. Loco, no se lo vio ni feliz ni maravillado por lo que pasaba: era un fantasma man.

Hay de dejarlo en paz.

Se va a recuperar y va a volver con un conciertazo como el Buenos Aires Vivo 3. Ahi nos vamos brother, de uan.

Escuchaste por fin el Kill Gil? Ahi adentro hay un discazo, solo hay que buscarlo.

Abrazos,


Jose D.
snm