Duches: Diamonds are most value,
They say, that have pass’d through
Most jewellers’ hands.
Ferdinand: Whores, by that rule, are precious.
- John Webster, The Duches of Malfi (I.ii)
Chuck Palahniuk tiene libro nuevo, se llama “Snuff”. El personaje principal, el motor de la historia, la razón para que los eventos se desenvuelvan, es omnipresente y casi no habla. Conozcan a Cassie Wright, una estrella de películas para adultos que, para cerrar con broche de oro una carrera llena de éxitos, decide tratar de romper todos los records conocidos por la raza humana, y disfrutar de 600 hombres en una sola película, llamada World Whore III: the whore to end all whores. Para esto, Cassie ha convocado a un casting al que han llegado sus emocionados fans a cumplir un sueño, tener sexo con ella, estar dentro de ella aunque sea un minuto, ser ese tipo al que vieron mil veces en la pantalla, penetrando en su vagina favorita. Al casting también han llegado actores, antiguos amigos y colegas de Cassie, que vienen a darle una mano, a ser parte de esta hazaña que cambiará la historia del cine porno para siempre.
600 hombres en un cuarto, cada uno con el número correspondiente marcado de alguna forma. Algunos han traído regalos para Cassie y otros, con el corazón en la mano y un nudo en la garganta, vienen a decirle hola, mamá, soy yo, tu hijo perdido. Una de las historias más conocidas en la industria del cine para adultos, es la del embarazo de Cassie Wright durante su primera película, World Whore I. Dicen que cuando supo que estaba embarazada, Cassie volvió a casa de sus padres buscando ayuda, apoyo, pero ellos, que ya sabían en las que andaba su hija, la despreciaron miserablemente. Aún así, la joven Cassie decidió no interrumpir el embarazo y cuando nació la criatura, la dio en adopción. Al parecer, por lo menos entre sus fans, ser el hijo de Cassie es como ser el elegido, the one, una especie de príncipe cuyo linaje lo coloca inmediatamente por encima de los demás. La novela está narrada desde cuatro voces, Mr. 72, Mr. 137, Mr. 600, y Shelia, que vendría a ser la productora y anda coordinando el asunto cronómetro en mano. Los tres hombres son un joven convencido de ser el príncipe Wright, un verdadero fan y un actor que en su momento brilló en lo más alto del porno. Una novela coral en la que de a poco vamos descubriendo las verdaderas razones por las cuales los personajes están allí, por qué sienten que deben tener sexo con Cassie para que, por así decirlo, sus vidas estén completas.
Estas circunstancias, en manos de Palahniuk, se prestan para cualquier cosa, sobre todo para lo repulsivo. Pero la cosa es más bien al revés. Snuff es, sin duda, la novela más divertida y hasta relajada de Palahniuk. De hecho, ha desatado una controversia entre sus lectores, pues para muchos se trata simplemente de la peor novela del autor de Fight Club, un trabajo, dicen, poco serio. Estoy con los que creen en Snuff, que sí, tiene su parte de broma, de juego, pero uno muy bueno, acaso el mejor que el escritor nos podía dar en este momento. Palahniuk se ha dado la vuelta a sí mismo, se ha reinventado burlándose del personaje que es o creemos que es o queremos que sea, se ha burlado de su fama ahora que es muy famoso. Snuff es, sobre todo, la historia de las cosas que somos capaces de hacer por la fama, por llegar más alto que los demás porque sólo así, creemos, seremos recordados y tendremos una existencia prolongada en el inconsciente colectivo. Los capítulos están plagados de trivia, de cosas que famosos han hecho por la fama, como Marylin Monroe, de quien se dice pasaba horas metida en una tina de agua helada antes de cualquier aparición pública, de esa forma su piel lucía tersa y sus senos firmes. Palanihiuk fabricó a Cassie Wright para hablar sobre la celebridad en los tiempos de las celebridades descartables, a eso le sumó un peligrosísimo melodrama, que a ratos parece estar a punto de convertirse en argumento de telenovela mexicana, pero no, termina ganando.
Cosas que subrayé. Solo unas cuantas, porque subrayé harto de este librito.
According to the British Aanthropologist Catherine Blackledge, the human fetus begins to masturbate in the womb a month before birth. At thirty-two weeks, the ripple, that twitching within the uterus, isn’t the baby kicking. The nasty little thing starts jerking off in the third trimester and never, ever stops.
Kid 72, his eyes twitch and shift around on that video screen. His hands holds those roses close in and high against his chest, as if the flowers arent’ already garbage.
If Cassie Wright fucks six hundreds dudes, she’s a world-beater… but if Cassie fucks 599 guys, she’s just a big slut.
Number 137 shrugs. He says, “So you’re adopted ?” And I tell him, “Only since I was born”.
The religious school she went to, growing up, Ms. Wright said how all the girls had to wear a scarf tied to cover their ears at all times. Based on the biblical idea that the Virgin Mary became pregnant when the Holy Spirit whispered in her ear. The idea that ears were vaginas. That, hearing just one wrong idea, you lost your innocence. One detail too many and you’d be ruined. Overdosed on information.
Fathers. Mothers. With all their caring and attention. They will fuck you up, every time.
Lon Chaney… before shooting, he’d peel an egg and carefully pull the rubbery white membrane off the egg white. To look blind, Chaney would spread this egg membrane over his iris. A fake cataract. Bacteria collected under the membrane, and Chaney lost sight in that eye.
In adult movies, she says, the close-up of the erection inserted in the orifice is called the “meat shot”.
Best advice my old man ever gave me was: if you shaved the hair back from around the base of your dick, hard or soft, you’ll look two inches longer.
Ms. Wright says how, when Marilyn Monroe offed herself, Hugh Hefner bought the mausoleum niche next to hers, because he wanted to spend eternity lying next to the most beautiful who had ever lived.
Creo que lo que más he disfrutado de Snuff, ha sido enterarme de que Palahniuk le dio tres dimensiones. La literatura, que está siempre cambiando o por lo menos debería estarlo, encuentra en la “promo” de Snuff una nueva manera de darse maneras. Acá una entrevista en que el escritor conversa con la falsa diva del porno.
Un tráiler de The Wizard of Ass, uno de los “clásicos” de Cassie.
Y POR FAVOR entren al mysapce de Cassie Wright, y pártanse de la risa leyendo los títulos de su filmografía.
They say, that have pass’d through
Most jewellers’ hands.
Ferdinand: Whores, by that rule, are precious.
- John Webster, The Duches of Malfi (I.ii)
Chuck Palahniuk tiene libro nuevo, se llama “Snuff”. El personaje principal, el motor de la historia, la razón para que los eventos se desenvuelvan, es omnipresente y casi no habla. Conozcan a Cassie Wright, una estrella de películas para adultos que, para cerrar con broche de oro una carrera llena de éxitos, decide tratar de romper todos los records conocidos por la raza humana, y disfrutar de 600 hombres en una sola película, llamada World Whore III: the whore to end all whores. Para esto, Cassie ha convocado a un casting al que han llegado sus emocionados fans a cumplir un sueño, tener sexo con ella, estar dentro de ella aunque sea un minuto, ser ese tipo al que vieron mil veces en la pantalla, penetrando en su vagina favorita. Al casting también han llegado actores, antiguos amigos y colegas de Cassie, que vienen a darle una mano, a ser parte de esta hazaña que cambiará la historia del cine porno para siempre.
600 hombres en un cuarto, cada uno con el número correspondiente marcado de alguna forma. Algunos han traído regalos para Cassie y otros, con el corazón en la mano y un nudo en la garganta, vienen a decirle hola, mamá, soy yo, tu hijo perdido. Una de las historias más conocidas en la industria del cine para adultos, es la del embarazo de Cassie Wright durante su primera película, World Whore I. Dicen que cuando supo que estaba embarazada, Cassie volvió a casa de sus padres buscando ayuda, apoyo, pero ellos, que ya sabían en las que andaba su hija, la despreciaron miserablemente. Aún así, la joven Cassie decidió no interrumpir el embarazo y cuando nació la criatura, la dio en adopción. Al parecer, por lo menos entre sus fans, ser el hijo de Cassie es como ser el elegido, the one, una especie de príncipe cuyo linaje lo coloca inmediatamente por encima de los demás. La novela está narrada desde cuatro voces, Mr. 72, Mr. 137, Mr. 600, y Shelia, que vendría a ser la productora y anda coordinando el asunto cronómetro en mano. Los tres hombres son un joven convencido de ser el príncipe Wright, un verdadero fan y un actor que en su momento brilló en lo más alto del porno. Una novela coral en la que de a poco vamos descubriendo las verdaderas razones por las cuales los personajes están allí, por qué sienten que deben tener sexo con Cassie para que, por así decirlo, sus vidas estén completas.
Estas circunstancias, en manos de Palahniuk, se prestan para cualquier cosa, sobre todo para lo repulsivo. Pero la cosa es más bien al revés. Snuff es, sin duda, la novela más divertida y hasta relajada de Palahniuk. De hecho, ha desatado una controversia entre sus lectores, pues para muchos se trata simplemente de la peor novela del autor de Fight Club, un trabajo, dicen, poco serio. Estoy con los que creen en Snuff, que sí, tiene su parte de broma, de juego, pero uno muy bueno, acaso el mejor que el escritor nos podía dar en este momento. Palahniuk se ha dado la vuelta a sí mismo, se ha reinventado burlándose del personaje que es o creemos que es o queremos que sea, se ha burlado de su fama ahora que es muy famoso. Snuff es, sobre todo, la historia de las cosas que somos capaces de hacer por la fama, por llegar más alto que los demás porque sólo así, creemos, seremos recordados y tendremos una existencia prolongada en el inconsciente colectivo. Los capítulos están plagados de trivia, de cosas que famosos han hecho por la fama, como Marylin Monroe, de quien se dice pasaba horas metida en una tina de agua helada antes de cualquier aparición pública, de esa forma su piel lucía tersa y sus senos firmes. Palanihiuk fabricó a Cassie Wright para hablar sobre la celebridad en los tiempos de las celebridades descartables, a eso le sumó un peligrosísimo melodrama, que a ratos parece estar a punto de convertirse en argumento de telenovela mexicana, pero no, termina ganando.
Cosas que subrayé. Solo unas cuantas, porque subrayé harto de este librito.
According to the British Aanthropologist Catherine Blackledge, the human fetus begins to masturbate in the womb a month before birth. At thirty-two weeks, the ripple, that twitching within the uterus, isn’t the baby kicking. The nasty little thing starts jerking off in the third trimester and never, ever stops.
Kid 72, his eyes twitch and shift around on that video screen. His hands holds those roses close in and high against his chest, as if the flowers arent’ already garbage.
If Cassie Wright fucks six hundreds dudes, she’s a world-beater… but if Cassie fucks 599 guys, she’s just a big slut.
Number 137 shrugs. He says, “So you’re adopted ?” And I tell him, “Only since I was born”.
The religious school she went to, growing up, Ms. Wright said how all the girls had to wear a scarf tied to cover their ears at all times. Based on the biblical idea that the Virgin Mary became pregnant when the Holy Spirit whispered in her ear. The idea that ears were vaginas. That, hearing just one wrong idea, you lost your innocence. One detail too many and you’d be ruined. Overdosed on information.
Fathers. Mothers. With all their caring and attention. They will fuck you up, every time.
Lon Chaney… before shooting, he’d peel an egg and carefully pull the rubbery white membrane off the egg white. To look blind, Chaney would spread this egg membrane over his iris. A fake cataract. Bacteria collected under the membrane, and Chaney lost sight in that eye.
In adult movies, she says, the close-up of the erection inserted in the orifice is called the “meat shot”.
Best advice my old man ever gave me was: if you shaved the hair back from around the base of your dick, hard or soft, you’ll look two inches longer.
Ms. Wright says how, when Marilyn Monroe offed herself, Hugh Hefner bought the mausoleum niche next to hers, because he wanted to spend eternity lying next to the most beautiful who had ever lived.
Creo que lo que más he disfrutado de Snuff, ha sido enterarme de que Palahniuk le dio tres dimensiones. La literatura, que está siempre cambiando o por lo menos debería estarlo, encuentra en la “promo” de Snuff una nueva manera de darse maneras. Acá una entrevista en que el escritor conversa con la falsa diva del porno.
Un tráiler de The Wizard of Ass, uno de los “clásicos” de Cassie.
Y POR FAVOR entren al mysapce de Cassie Wright, y pártanse de la risa leyendo los títulos de su filmografía.
http://www.myspace.com/cassiewrightlives
2 comentarios:
En un par de semanas me debería llegar esta novela la cual ha levantado mi curiosidad tal cual lo han hecho el resto de novelas de Palahniuk, quien sin duda es mi autor favorito a pesar de solo haber leído Fight Club, Choke y Rant.
Tengo en camino ordenar Survivor, Lullaby y Haunted, de la cual me parece escuchar que ya se está concretando la película.
Deja vu?
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