Liberace no fue el mejor pianista del mundo pero sí el más notorio. Durante dos décadas, entre los 50’s y los 70’s del siglo pasado, fue el entretenimiento más cotizado del mercado y ganaba un estimado de medio millón de dólares a la semana, más o menos lo que podía llegar a costar una de las capas de piel con las que aparecía en los escenarios de Las Vegas. Liberace brillaba de una forma u otra y parte de ese brillo ha vuelto en Detrás del candelabro, la película que muestra al hombre con y sin lentejuelas.
El director Steven Soderbergh tuvo tantos
problemas para hacer esta cinta que incluso cuando logró que el proyecto
costara tan solo cinco millones de dólares, lo que en dólares hollywoodenses es
casi nada, la industria le dio la espalda y prefirió pasar del tema: al parecer
la historia era muy fuerte. Liberace murió a los 68 años, en 1987, y aunque su
manager trató de decir lo contrario, una autopsia reveló que su enfermedad fue
una complicación generada por el virus del sida y con eso destapó un secreto a
voces: Liberace era gay y su vida íntima era tan alegre y exagerada como su
vestuario. Un año después, en 1988, apareció un libro llamado Detrás del candelabro: mi vida con Liberace,
firmado por Scott Thorson, uno de los últimos amantes y experimentos del
pianista. Liberace convirtió a Thorson en el chofer del Rolls Royce que noche a
noche lo dejaba en el centro del escenario, pero además pagó una cirugía plástica
para que su novio se pareciera a él de joven (debe haber un nombre científico
para eso), lo adoptó legalmente como hijo y luego, cuando se aburrió, lo
desechó como había hecho con sus predecesores. Pues bien, esa es la historia y
en la película la cuentan Michael Douglas (Liberace) y Matt Damon (Thorson), es
más, la cinta, que en algún punto se pone en piloto automático y da vueltas sobre
los mismos asuntos, parecería a ratos un pretexto para ver a dos grandes
actores logrando sorprenderse a sí mismos en papeles “polémicos” que los llevan
donde no pensaban que podían llegar: cargados de apetito sexual y honestidad sentimental.
Durante el rodaje, Michael Douglas tenía
la misma edad que Liberace cuando murió, quizás por eso, o porque tuvo cáncer y
vio a la muerte de cerca o quizás simplemente porque este era un papel que
venía esperando desde hace años sin saberlo, es uno de los mejores momentos de
su vida en pantalla. Detrás del
candelabro salió vía HBO y fuera de algunos festivales no estuvo en salas
de cine, es una de esas películas que tenemos que perseguir y el camino está
claramente señalado por las joyas del mejor Michael Douglas.
(El Diario)
1 comentario:
La pelicula retrata bien las excentricidades de Liberace y ademas da in vistazo a su atribulada vida personal, alto que yo particularmente desconocia.
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